Benedicto XVI en Cuba, ¿un pastor entre lobos?

La política estará muy presente en el primer viaje del Papa a la Isla

Viaje papa Benedicto XVI a Cuba preparativos

IGNACIO URÍA, Universidad de Navarra, autor de Iglesia y revolución en Cuba | La pasada semana, Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), saludaba al Papa con el típico estilo grandilocuente del comunismo: “Conocerá a un pueblo seguro en sus convicciones, noble, instruido, ecuánime y organizado, que defiende la verdad y escucha con respeto”. Benedicto XVI visita Cuba por primera vez, pero sabe que el pueblo está menos seguro y organizado de lo que se dice. Como en 1998, con la visita de Juan Pablo II, a la que fui invitado por la Conferencia Episcopal, la política estará presente en esta visita. Es inevitable.

Como entonces, el arzobispo de La Habana es el cardenal Jaime Ortega, siempre cuestionado por una parte del exilio y de la oposición interna. Ya no estarán Pedro Meurice, primado cubano fallecido en 2011, ni el ya retirado obispo de Pinar del Río, Siro González. Tampoco el nuncio Beniamino Stella, ahora presidente de la Pontificia Academia Eclesiástica de la Santa Sede.

El cardenal Ortega se ha movido con una habilidad no exenta de polémica, pero donde los frutos son evidentes: mayor presencia de los católicos, nuevo seminario en La Habana o más permisos de entrada para sacerdotes, que apenas superan el centenar para 11 millones de habitantes.

El exilio le reprocha su buena relación con Fidel Castro. Pese a todo, el cardenal ha tensado la cuerda con el Estado cuando le ha convenido. Por ejemplo, para reclamar libertad religiosa. [Benedicto XVI en Cuba, ¿un pastor entre lobos?, seguir leyendo]

En el nº 2.794 de Vida Nueva.

Especial Visita de Benedicto XVI a México y Cuba

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