La clase de Religión tiene futuro

El papel de las familias será determinante

congreso clase de religión El futuro de la ERE

Mesa inaugural del Congreso, presidida por el obispo Lorca Planes

FRAN OTERO | La asignatura de Religión está de actualidad en los últimos tiempos. Una actualidad que se asienta sobre la reivindicación de una asignatura que la Iglesia considera fundamental para la formación del alumno.

En este contexto, la Diócesis de Cartagena, con el patrocinio del Grupo SM y la colaboración de entidades públicas y privadas, ha organizado los pasados 15, 16 y 17 de marzo el I Congreso Internacional El Futuro de la ERE con el objetivo de “escuchar a expertos, compartir experiencias y apuntar hacia el mañana”.

En la inauguración participó el obispo de Segorbe-Castellón y presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, Casimiro López, quien impartiría la primera gran conferencia, que centró en la razón de ser de la asignatura, la forma de reinsertarla, así como los problemas y retos que plantea su presencia en la escuela.

Además, expuso como principales dificultades el laicismo y la secularización de la sociedad, aunque superables si se cuenta con la implicación de los padres y se ofrece una clase de calidad. En definitiva, ofreció una visión esperanzadora del futuro de la ERE.

Un futuro que Juan Carlos García Domene, delegado episcopal de Enseñanza de Cartagena-Murcia, ve “en manos de Dios”, pero, también afirma, “Dios cuenta con nosotros para hacerlo cercano y presente”.

Formación y creatividad

En declaraciones a Vida Nueva, Domene explica que a un nivel educativo, ya no teológico, el futuro pasa por cambiar –“se puede”– la política educativa y el estatuto del profesor de Religión por la calidad, y por que las familias sean las protagonistas en la defensa de la enseñanza religiosa.

En este sentido, reconoce que hasta el momento, los que estaban más implicados eran los obispos, profesores… pero que es necesario que el protagonismo lo alcancen las familias.

Y aunque el futuro es “esperanzador” y está “en manos de Dios”, el delegado de Enseñanza de Cartagena reconoce que es “incierto”. El laicismo, la secularización y la legislación actual dificultan la supervivencia de la asignatura, dificultades ante las que habrá que reforzar la preparación.

En el nº 2.794 de Vida Nueva. La clase de Religión tiene futuro, íntegro para suscriptores

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