En el último de cuatro encuentros se instó a una renovada práctica de esta acción
Luego de concluir el IV Encuentro de Pastoral Juvenil realizado en Bogotá y en el seno del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) concluyeron también las cuatro fases que se habían impuesto como escalas en cada encuentro anterior para asumir a partir de este año un renovado aire de fe en la práctica de la pastoral juvenil en toda América Latina.
De manera sistemática, las versiones anteriores del encuentro, incluyendo este último, se abordaron así: la fascinación, la escucha, el discernir y el convertir.
De acuerdo con esta intención, desde la sección Juventud, se tendrá una reunión del equipo denominado CATE -Civilización del amor, tareas y esperanzas; una reflexión que irá marcando la pauta en las tareas pastorales. La revisión del documento correspondiente, permitirá ofrecer antes de concluir mayo, una publicación del CELAM que de cuenta de la revitalización de la Pastoral juvenil. En entrevista con el Departamento de Comunicaciones (Decos) del CELAM, el sacerdote Augusto Ramírez, director del Departamento de Familia y Vida manifestó que: “A las familias este año debe ser un año de crecimiento en la unidad y en la comunión y sobre todo en la comunicación. En la medida en que haya mayor comunicación sabremos conservar siempre este gran regalo que Dios nos ha dado de la Familia. Para los jóvenes dejarse seducir por el Señor y poder emprender esta invitación que nos hace Aparecida al discipulado misionero. La familia debe vivir este discipulado misionero y el joven está llamado a dejarse tocar y seducir por el señor y seguir sus pasos. Este proceso nos ayudará a seguir sembrando los valores del evangelio en nuestra familia y en nuestra sociedad”.
Otra de las voces que se hizo sentir al inicio de este último encuentro fue el de la uruguaya Carolina Varela, representante del equipo de los países del cono sur para este evento. Docente de profesión y comprometida con la pastoral juvenil, Varela respondió al Decos que: “El Congreso nos arrojó una serie de conclusiones que nacieron desde la propia juventud, pues su presencia en el Congreso fue mayoritaria, aunque también hubo presencia de otros agentes como asesores laicos, sacerdotes, religiosas y obispos. Las conclusiones se dieron desde los debates y encuentro de la juventud”. Agregó igualmente que “el joven hoy por hoy vive lo sagrado, a pesar de las tentaciones a la desvalorización de sí mismo, la individualidad, al auto-castigo por la no concreción de los proyectos de los demás, tiene múltiples caminos”. Para Carolina hay que rescatar esa búsqueda y el encuentro con lo sagrado, centrando la atención en la relación consigo mismo, con los demás y con Dios”. VNC
TEXTO: DECOS y VNC
