(J. L. Celada ) El número de víctimas mortales por la epidemia de cólera que sufre Haití desde hace un mes supera ya el millar. Asimismo, según cifras oficiales difundidas por las autoridades sanitarias del país, son cerca de 17.000 las personas hospitalizadas. En la capital, Puerto Príncipe, devastada por un terremoto en enero, los fallecidos alcanzan la treintena. Por si fuera poco, en las últimas horas se había detectado el primer caso en la vecina República Dominicana.
Así las cosas, a pocos días de las elecciones presidenciales y legislativas, el país caribeño se enfrenta a una nueva situación de alto riesgo, pues la propagación de la enfermedad podría afectar a siete millones y medio de personas que viven en zonas rurales, ha advertido la ONG española PLAN. Presente en Haití desde hace 37 años, esta organización estima que, si no se toman medidas, en los próximos meses podría enfermar casi tanta gente como la que murió en el citado seísmo (300.000). Cifra barajada también por la ONU, que está solicitando 164 millones para hacer frente a la pandemia en el año entrante.
Aunque la enfermedad se ha extendido por seis de las diez provincias, más de la mitad de las muertes se localizan en Artibonita, en el centro del país. Bien es cierto que las principales agencias de ayuda centraban sus esfuerzos durante los últimos días en contener el avance del virus en Puerto Príncipe, donde crece el temor de que se vean afectados los campamentos que alojan a más de un millón de supervivientes del terremoto de principios de año.
A todo ello se suma el paso del huracán Thomas a comienzos de noviembre, que trajo consigo fuertes lluvias y que provocó el desbordamiento de varios ríos, un hecho que ha contribuido a la propagación de la enfermedad.
Desde el Vaticano, el Papa instó a la comunidad internacional a solidarizarse con la población haitiana para afrontar esta nueva emergencia. Así, durante el Angelus dominical, Benedicto XVI reiteró su cercanía a los habitantes del país latinoamericano y animó a todas las personas de buen voluntad a salir en su ayuda.
En el nº 2.730 de Vida Nueva.
