El Camino de Santiago genera en Galicia 450 millones de euros

El patrimonio monumental y cultural de la Iglesia se consolida como un indudable motor económico

dos-turistas-camino-santiag(Miguel Ángel Malavia) En plena crisis, la existencia de recursos que generen ingresos importantes y sólidos es una magnífica noticia. Así, la Iglesia puede garantizar cada año en nuestro país un volumen de ingresos de varios cientos de millones de euros sólo en conceptos relacionados con su patrimonio. Para hacerse una idea, basta con destacar tres datos dados a conocer recientemente en la presentación de la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia en España, correspondiente a 2007: un 30% de los monumentos nacionales pertenecen a la Iglesia; un 34% de los españoles visitaron algún enclave histórico a lo largo de ese año; y 7,5 millones de turistas extranjeros lo fueron por iniciativa cultural. 

Pero ha sido la Delegación episcopal de Turismo, Santuarios y Peregrinaciones la que ha ofrecido los aspectos concretos que muestran el impacto económico del turismo religioso. Así lo ha hecho al difundir en la web de la CEE las conferencias ofrecidas en las Jornadas Nacionales de Pastoral del Turismo (Ávila, del 11 al 13 de noviembre). 

Una de estas ponencias fue la del profesor de la Universidad de Málaga Rafael Esteve Secall, quien analizó la situación en dos de los principales puntos de peregrinaje nacionales: el Camino de Santiago y el Santuario del Rocío. Respecto al Camino, tomando los datos del último estudio específico, que tuvo lugar en 2007, afirmó que éste genera anualmente en torno a los 450 millones de euros de ingresos sólo en Galicia. 

Tal cantidad se ha cuantificado a partir del estudio de la conducta de los peregrinos, diferenciando entre ellos a los específicamente fieles, a los turistas (aquéllos que completan el Camino, pero sin ningún objetivo religioso) y a los excursionistas (considerando como tal a los que no pernoctan en ningún albergue o localidad ligada al recorrido). Por segmentos y pautas de consumo, los grupos que suman esos 450 millones de euros de ingresos se distribuyen así: los turistas ascendieron a unos 500.000, dejando alrdedor de los 350 millones de euros (la media indica un gasto diario de 100 euros por siete días de estancia); los excursionistas fueron 1,7 millones, suponiendo un total de 85 millones de euros (calculando en 50 euros el precio medio de cada excursión); y otro porcentaje de 140.000 peregrinos, con un menor índice de consumo (gasto de 20 euros diarios por siete días de estancia), produjo los 16 millones de euros restantes.   

Algo parecido sucede en lo referente a las peregrinaciones al Santuario del Rocío. Pese a que en este caso sólo hay datos cuantificados de la romería que tiene lugar por Pentecostés, sólo ésta logra generar 210 millones de euros de ingresos. Tal cifra se extrae de los 50.000 peregrinos (como tal, los que realizan el camino en su conjunto), que en una media de cinco días y un gasto diario de 155 euros, dan un total de 38,7 millones de euros; y el cerca de un millón de los considerados visitantes (que se congregan en su mayoría en el fin de semana), con un gasto medio diario de 175 euros, resultando una cifra final de 175 millones de euros. Pese a ser la de Pentecostés la única analizada, teniendo en cuenta otras romerías que tienen lugar durante el año (el Rocío chico, la Candelaria y las de fin de semana), tal porcentaje incrementaría significativamente el impacto económico en una región en la que, además, por su cercanía con el Parque de Doñana y las playas de Matalascañas, se evidencia la sinergia con otros modelos turísticos. 

¿QUÉ ES EL TURISMO RELIGIOSO?

Otra de las conferencias más destacadas fue la del director del Departamento de Pastoral del Turismo de la CEE, Josep-Enric Parellada, quien aclaró que “el turismo religioso no es una peregrinación” en el sentido específico. A su juicio, se trata de un término mucho más complejo y genérico, que ha evolucionado hacia “la visita a lugares sagrados o la participación en celebraciones religiosas, para descubrir la esencia religiosa, el mensaje que transmiten, el valor histórico y la belleza artística”. El que fuera durante 15 años rector del santuario de Montserrat, pidió a los agentes de pastoral “que no sean ellos agencias de viajes piratas, sino que cuenten con el asesoramiento de los técnicos”, así como un directo “diálogo con las autoridades políticas y otros organismos interesados”. Así se avanzará hacia un modelo de turismo religioso “moderno y sostenible”. 

En el nº 2.668 de Vida Nueva.

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