La Iglesia mexicana anima a los laicos a dar testimonio

La Plenaria del Episcopado concluye con una invitación a tener mayor protagonismo en este cambio de época

(Pablo Romo Cedano– México DF) El día 14, tras cuatro jornadas de un trabajo “intenso y fructífero” -según reconoce el obispo de Tehuacán, Rodrigo Aguilar Martínez-, concluyó en Lago de Guadalupe la LXXXVI Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM). Más de un centenar de obispos de toda la República, encabezados por su presidente y titular la diócesis de Texcoco, Carlos Aguiar Retes, y un número igual de laicas y laicos “nos hemos escuchado mutuamente, con creciente apertura y confianza, dentro del respeto mutuo y la convicción de las respectivas responsabilidades”, relata Rodrigo Aguilar, para clarificar, revitalizar y fortalecer la misión de los propios laicos en cuatro grandes temas: cultura, economía, política y bien común, y presencia en los medios de comunicación social.

“Ha sido muy grato y esperanzador escuchar a los laicos: competentes, llenos de conocimientos y experiencias, convencidos y valientes para expresar y vivir su fe en Cristo, su pertenencia a la Iglesia y su responsabilidad social”, confiesa el obispo de Tehuacán a sus diocesanos. Y añade: “Los obispos y los sacerdotes necesitamos confiar más en ellos, darles una sana autonomía con acompañamiento responsable por parte nuestra…”.

Las conclusiones de la Asamblea se sintetizaron en un documento de 20 puntos en el que los obispos recuperan el sentir laical de un encuentro “inédito e histórico” por la riqueza de su temática, metodología y participantes. “En esta dramática hora de la vida nacional” -en velada alusión a la indignación que cunde en el país por la ola de crímenes-, los prelados entienden que es indispensable impulsar un nuevo y valiente protagonismo laical en el actual contexto de “auténtico cambio de época”, que significa -entre otras cosas- crisis profundas en diversas dimensiones de la vida personal y social, y grandes oportunidades para construir el Reino. Así, apuntan ellos que hay muchos laicos decididos a dar razón y testimonio público de fe en sus diversos ambientes (familia, trabajo, política, empresa, cultura y medios de comunicación).

En el texto, los miembros de la CEM expresan su apoyo al presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, por su lucha contra el narcotráfico y su programa de calidad para la educación. “Nos duele en carne propia -escriben- la situación de un México herido y desencantado por los problemas de inseguridad, secuestros, sobrepoblación en las cárceles, corrupción general, hambre y marginación, desintegración familiar, rezago educativo, ineficacia en la búsqueda y aplicación de la justicia, narcotráfico, violación de los derechos humanos y crimen organizado, que ponen en evidencia una falla en la conciencia personal y social al momento de reconocer la inalienable dignidad de la persona humana en todas sus fases de desarrollo”. 

Condena del aborto

El documento incluye una condena a la despenalización del aborto en “algunas entidades de la federación” (en clara referencia al Distrito Federal), al tiempo que denuncia “la promoción activa de una vida sexual sin referentes morales objetivos, asociada al menosprecio de la familia constituida en torno al matrimonio, que afecta gravemente la viabilidad de nuestra sociedad a mediano y largo plazo” (alusión evidente a las sociedades de convivencia, que otorgan derechos, entre otros, a las parejas de hecho homosexuales y lesbianas, legalizadas también en la capital del país). 

Ante los muchos problemas expuestos en el documento, algunos relacionados con la crisis financiera global que coloca a México en una difícil situación, los obispos ofrecen como camino una “más decidida y coherente expresión de vida de nuestra identidad cristiana”. E invitan a una acción cristiana de testimonio, porque “es moralmente inaceptable que un laico traicione tácita o explícitamente los valores del Evangelio en la vida social”, sobre todo si se dedica a la política. Por eso, pese a las dificultades -concluyen-,  es imprescindible contar como eje de acción con la Doctrina Social de la Iglesia y la autonomía propia de su estado.

CON EL PRESIDENTE CALDERÓN

En la tarde del miércoles 12, el presidente de la CEM, Carlos Aguiar Retes, recibió al presidente del país, Felipe Calderón Hinojosa. En un largo diálogo, calificado de “firme” por algunos diarios, Aguiar expresó la preocupación del Episcopado por la situación de inseguridad que vive la población, el problema del narcotráfico, la pobreza, la libertad religiosa y la crisis financiera global. Asimismo, le transmitió las condolencias del Papa por la muerte del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y de sus acompañantes el día 4, al tiempo que subrayó la corresponsabilidad de pastores y laicos con el Gobierno en favor del bien del pueblo de México.

En el nº 2.637 de Vida Nueva.

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