Francisco a los jóvenes en Cracovia: “La vía de la cruz es la vía de la felicidad”

via crucis JMJ Cracovia 2016 gimnasta representa la 10 estación

“El que no vive para servir, no sirve para vivir”, recuerda el Papa en el vía crucis de la JMJ

via crucis JMJ Cracovia 2016 gimnasta representa la 10 estación

Espectacular representación de la 10ª estación, Jesús despojado de sus vestiduras, vinculado a la obra de misericordia ‘Vestir al desnudo’

MARÍA GÓMEZ | Con un tono mucho más comedido que el de la ceremonia de acogida de anoche, en la tarde de hoy viernes 29 de julio se ha desarrollado el vía crucis de la JMJ Cracovia 2016. En la explanada de Blonia, cientos de miles de jóvenes de todo el mundo han vuelto a recibir el aliento del Papa, nada complaciente con ellos, más bien exigente: “Si uno que se dice cristiano no vive para servir, no sirve para vivir”. Ya lo había dicho ayer: “No os dejéis guiar por los vendedores de humo”. Y hoy les ha mostrado la respuesta: la cruz.

“La vía de la cruz es la vía de la felicidad de seguir a Cristo hasta el final, en las circunstancias a menudo dramáticas de la vida cotidiana; es la vía que no teme el fracaso, el aislamiento o la soledad, porque colma el corazón del hombre de la plenitud de Cristo. La vía de la cruz es la vía de la vida y del estilo de Dios, que Jesús manda recorrer a través también de los senderos de una sociedad a veces dividida, injusta y corrupta. La vía de la cruz es la única que vence el pecado, el mal y la muerte, porque desemboca en la luz radiante de la resurrección de Cristo, abriendo el horizonte a una vida nueva y plena. Es la vía de la esperanza y del futuro. Quien la recorre con generosidad y fe, da esperanza y futuro a la humanidad”. Profundo párrafo este, como todo su discurso.

“Sin misericordia no se puede hacer nada”

En este Año Santo de la Misericordia, el Pontífice ha querido vincular ambos caminos, el de la cruz y el de la misericordia, representados en las siete obras corporales y siete espirituales: “Sin la misericordia no se puede hacer nada, sin la misericordia yo, tú, todos nosotros, no podemos hacer nada”.

La intención del Papa ha sido encender los corazones de los jóvenes, alentándoles: “Hoy la humanidad necesita hombres y mujeres, y en especial jóvenes como vosotros, que no quieran vivir sus vidas ‘a medias’, jóvenes dispuestos a entregar sus vidas para servir generosamente a los hermanos más pobres y débiles. (…) Si uno que se dice cristiano no vive para servir, no sirve para vivir. Con su vida reniega de Jesucristo”.

Solidaridad con Siria

A la pregunta –muy habitual en situaciones de duda y dolor– “¿Dónde está Dios?”, Francisco indica: “La respuesta de Jesús es esta: ‘Dios está en ellos’ (…) Jesús mismo eligió identificarse con estos hermanos y hermanas que sufren por el dolor y la angustia, aceptando recorrer la vía dolorosa que lleva al calvario. (…) Jesús abrazó la desnudez y el hambre, la sed y la soledad, el dolor y la muerte de los hombres y mujeres de todos los tiempos”.

Y a continuación, ha querido mencionar expresamente “a nuestros hermanos sirios, que huyeron de la guerra. Los saludamos y acogemos con amor fraternal y simpatía”.

Así ha transcurrido el vía crucis

Ha sido una representación muy teatral, con actores, gimnastas y bailarines guiados por la orquesta para representar las 14 estaciones del vía crucis. Cada una de ellas, vinculada a una de las 14 obras de misericordia. Los protagonistas de la primera estación han sido los refugiados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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