En el corazón de la ciudad

Sebastia TaltavullSEBASTIÀ TALTAVULL ANGLADA | Obispo auxiliar de Barcelona

“La Misión Metrópolis que estamos celebrando en Barcelona, junto con otras once ciudades europeas, está siendo una oportunidad de presencia evangélicamente significativa en el corazón de la ciudad…”.

La Misión Metrópolis que estamos celebrando en Barcelona, junto con otras once ciudades europeas, está siendo una oportunidad de presencia evangélicamente significativa en el corazón de la ciudad. Hemos proclamado la Palabra de Dios en el marco incomparable del Palau de la Música. Se está demostrando que esto interesa a muchos y es una muy buena noticia.

La lectura pública del Evangelio según san Marcos se ha hecho con la finalidad de difundir el mensaje cristiano a muchas personas que no lo conocen o, quizá, lo han conocido superficialmente y por el motivo que sea ha dejado de ser un referente en la vida. A la proclamación, ha seguido la invitación individualizada a ser misioneros, es decir, llegar a comunicar esta Palabra proclamada a alguien que intuimos que tiene necesidad de ella. Así empieza un gesto evangelizador que se caracteriza por un estilo humilde, pero provocador: ofreciendo, proponiendo, testimoniando, nunca imponiendo.

Estamos experimentando la fuerza espiritual que se adquiere cuando quien proclama la Palabra la hace llegar al corazón porque se ve afectado positivamente por ella y, al mismo tiempo, nos percatamos de la fortaleza interior que se consigue cuando esta Palabra –que es viva y eficaz– llega a lo más íntimo hasta formar parte de nuestra vida.

Hay que pasar de la emoción inicial a los hechos que hablan por sí solos, hechos que son el mismo testimonio de vida al que nos compromete la Palabra cuando es leída, escuchada, meditada, orada e identificada con el quehacer diario para transformarlo.

Este llega a ser el gran descubrimiento: en la persona de Jesús, Dios se nos acerca, nos habla y nos trata con un amor incondicional y nos regala una paz que se contagia. Así crea vida y comunidad, amor y generosa solidaridad.

En el nº 2.794 de Vida Nueva.

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