Ana Escobar: “Ya notamos los efectos de los ajustes en las aulas”

Presidenta de la Juventud Estudiante Católica (JEC)

Ana Escobar presidenta de la Juventud Estudiante Católica JEC

JOSÉ LUIS PALACIOS | A esta sevillana criada en Valladolid le apasiona la música y ese otro cristianismo que descubrió, después de años de indiferencia, en el contacto directo con personas coherentes. Ana Escobar acumula a sus 22 años un gran capital de experiencias, como le ocurre a muchos compañeros de generación.

Ha sido catequista en la Parroquia de Cristo Redentor, en Pucela, voluntaria en la ONG Intered y en un centro para mujeres prostituidas, y becaria en un centro para discapacitados físicos y psíquicos. Desde octubre de 2011, vive en Madrid para ejercer la presidencia de la Juventud Estudiante Católica (JEC).

El movimiento de Acción Católica denuncia los recortes en educación. “Ya estamos notando los efectos de los ajustes en las aulas; no podemos estar de acuerdo con las medidas que se están tomando”, pronuncia firme la presidenta, aunque sin levantar la voz. La música de los ajustes no le gusta: “Se están reduciendo las horas de tutorías, los profesores tienen más alumnos por clase y aquellos que necesitan más atención y más apoyo, no lo están recibiendo”.

Esta diplomada en Educación Social alerta de que “no se está contando con los jóvenes” a la hora de meter la tijera. “La actual situación de crisis obliga a ser austeros con los presupuestos, pero nadie nos explica por qué se cargan una partida y no otra, ni qué es lo que se espera conseguir o si han previsto las consecuencias que pueden acarrear cada una de las decisiones tomadas”, denuncia.

Por eso, pide que “los jóvenes tengan voz y voto”, porque “somos el futuro”. De hecho, insiste en que “invertir en educación es apostar por el futuro, también en términos económicos”.

Una educación centrada en la persona

Ana defiende “un sistema educativo centrado en la persona, que contribuya a crear ciudadanos con criterio, abiertos a los demás y capaces de incorporar a sus vidas valores fundamentales como el respeto, la responsabilidad…”.

Sin embargo, considera que ahora “manda el dinero”, por lo que se ha diseñado una escuela que fomenta “la competitividad, la rentabilidad y que crea profesionales que no saben trabajar en equipo y que solo buscan ganar dinero”.

En el nº 2.783 de Vida Nueva. Entrevista completa para suscriptores

Compartir