Una encuesta refleja que la Jornada puede llegar a tener un gran impacto personal en los jóvenes
FRAN OTERO | Ahora que vivimos en el mundo instantáneo, en el que uno se comunica a través de redes sociales, conoce mundos nuevos a través de la pantalla del ordenador o de la televisión, y decide apuntarse a la JMJ Madrid 2011 porque se topó con un anuncio sugerente, el testimonio sigue siendo valor seguro para que muchos jóvenes estén en Madrid la tercera semana de agosto.
Hay acontecimientos a lo largo de la existencia de una persona que la van moldeando, cambiando… que la hacen crecer y, en este sentido, la Jornada Mundial de la Juventud ha sido y es para muchos católicos una experiencia inolvidable.
Esta conclusión se desprende de la encuesta realizada por el Gabinete de Análisis Demoscópico (GAD) entre los más de 1.800 jóvenes que siguen las informaciones del evento. Casi todos insisten en que vienen a Madrid para vivir una nueva experiencia, para ayudar a difundir el mensaje cristiano y para mostrar su compromiso con la Iglesia. También los hay que vienen para descubrir el sentido de su vida, contribuir a mejorar la sociedad, conocer gente y visitar España.
Las inscripciones, en la recta final, alcanzan ya la cifra de 420.000 jóvenes. Con el objetivo de animar a que esta cifra siga aumentando, la organización ha puesto en marcha una campaña en Internet, radio y prensa, mientras que ha decidido mantener el descuento del 50 por ciento en la modalidad que no incluye ni alojamiento ni manutención, y que está dirigida fundamentalmente a españoles.
Todos esos jóvenes, a los que habrá que sumar los no inscritos y los que, no siendo jóvenes, también quieran participar, se encontrarán con Benedicto XVI en el aeródromo de Cuatro Vientos, lugar de celebración de los actos centrales, donde los preparativos van a buen ritmo. Un espacio que equivale a 48 estadios de fútbol y donde se ha trabajado, y mucho, para garantizar la seguridad y la atención a los jóvenes.
Así, se han enterrado todas las canalizaciones eléctricas y de agua, se colocarán ocho campamentos sanitarios, 2.000 grifos de agua corriente y unos 700 contenedores de gestión selectiva de recursos. Se ofrecerá especial atención a los jóvenes con discapacidad, que contarán con dos zonas reservadas: una para discapacitados intelectuales y físicos, y otra para las discapacidades auditiva y visual.
Faltan 40 días
Los jóvenes podrán acceder al recinto a partir de las 12 horas del sábado 20 de agosto, momento en el que podrán disfrutar de actividades de animación, actuaciones musicales… hasta que llegue el Papa. Pernoctarán allí esperando la Misa del día siguiente, una noche que podrán dedicar también a la adoración eucarística en las 17 carpas que se habilitarán para ello.
Antes, el día 16, la JMJ echará a andar. Cuarenta días para que Madrid 2011, que quedaba tan lejana cuando se anunció en Sydney, se haga realidad. Cuarenta días para cerrar preparativos, para que las diócesis vayan acogiendo a peregrinos y las congregaciones religiosas celebren sus encuentros. Cuarenta días quedan para comprobar si cambia la vida.
En el nº 2.761 de Vida Nueva.
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