Tribuna

Papa Francisco y el Islam: expectativas de su viaje a Irak

Compartir

Si la pandemia que va recrudeciendo y los actos terroristas que se multiplican en estas semanas lo permiten, el Papa Francisco será, en este fin de semana, el primer pontífice en la historia de la Iglesia que pisará la tierra de Irak, cuna de la civilización y memoria de innumerables lugares bíblicos.



Su visita a Ur de los caldeos, donde el padre Abraham comenzó su viaje hacia la tierra prometida, la parada en la llanura de Nínive, ciudad que se convirtió por la predicación del profeta Jonás, son todos signos de una férrea voluntad del pontífice argentino de estar cerca de un pueblo que ha sido martirizado durante largos años, primero por las guerras ( Iran- Iraq y las dos del Golfo) y luego por la terrible persecución a las minorías cristianas y yazidíes por parte del Ejército Islámico.

“Todos ustedes son hermanos”

El lema con el cual Papa Francisco viaja al país iraqueño es “Todos ustedes son hermanos”.( Mt. 23,8) Podríamos afirmar que, en la senda del documento sobre “La Fraternidad Humana” suscrito por Papa Francisco con una de las máximas autoridades sunnita, el Imam de Al Azhar Al Tayyeb, el pontífice quiere estrechar vínculos fraternales cada vez más sólidos con el variado y multiforme cuadro religioso iraquí (los caldeos, los sirios, los armenios, los judíos, los yazidies, los chiitas para nombrar algunos).

En un país que ha vivido la fragmentación de la sociedad, con la huída, y la consecuente disminución de la presencia cristiana, el Papa Francisco quiere de este modo alentar el grey cristiano hacia la esperanza, y poner las bases firmes para la construcción de un destino común.

En esta perspectiva hay que destacar la visita que Papa Francisco ofrecerá a la máxima autoridad del Islam chiita, el Imam Al – Sistani, hombre de paz y que, durante la invasión de Daesh, ha denunciado los horrores y las desviaciones de un fundamentalismo islámico violento y homicida y ha defendido los derechos de las minorías religiosas presentes en el país.

Este encuentro representa, sin lugar a dudas, un evento epocal que marcará las futuras relaciones entre la Iglesia católica y el Islam chiita. Asimismo tendrá efectos positivos en la geopolítica, porque representa un reconocimiento por parte del Papa Francisco de una plena dignidad y presencia de esta importante franja del mundo islámica. El de Francisco es un abrazo inclusivo, nadie debe quedar excluido de la “cultura del encuentro y del diálogo”. Irak es la apuesta que la convivencia multireligiosa y ecuménica no solo es posible sino deseable y portadora de fecundos frutos.