Sínodo de la sinodalidad: arranca el debate “sereno” en los 35 grupos de trabajo

“Me parece una novedad que una institución tan grande como la Iglesia, en un mundo donde todo es instantáneo, se tome un descanso para reflexionar”, ha dicho Paolo Ruffini

El papa Francisco en el Sínodo de la Sinodalidad apertura

“No importa lo que diga tal o cual participante, sino lo que la Iglesia decida en su espíritu de comunión. No sólo el Sínodo no es un órgano que toma decisiones, sino que estamos a medio camino de un Sínodo”. Así lo aclaraba, durante la primera sesión informativa del Sínodo, el prefecto del Dicasterio para la comunicación de la Santa Sede, Paolo Ruffini, en declaraciones recogidas por la agencia SIR.



“Es posible que los informes finales arrojen convergencias y divergencias, todavía representan un camino que estamos siguiendo”, continuó el prefecto ante las preguntas de los periodistas sobre el posible resultado de la asamblea eclesial. “No se puede pedir a esta asamblea que prefigure el final de la próxima asamblea”, dijo, haciendo referencia a las dos fases del camino sinodal, que finalizará en 2024. Lo que está en marcha, por tanto, tal como subraya Ruffini, “es un proceso complejo”.

“Una hermosa experiencia”

Asimismo, Ruffini ha explicado que, después del primer encuentro general, que tuvo lugar ayer y que contó con la intervención del Papa, los 35 Círculos Menores se reunieron hoy por primera vez, en sus respectivas “mesas”, para reflexionar sobre el apartado A del ‘Instrumentum laboris’.

“Me parece una novedad que una institución tan grande como la Iglesia, en un mundo donde todo es instantáneo, se tome un descanso para reflexionar, como bien explicó el Papa, en el silencio, en la escucha y en la oración. También puede ser un método válido para otros temas. Es un intento de demostrar que es posible escucharse incluso entre personas que piensan diferente, pero que viven la misma fe, y llegar a un consenso en comunión. De lo contrario no es un Sínodo, es un censo. En instituciones complejas existen estos momentos de discusión: anticipar decisiones probablemente no conduciría a ninguna decisión”, continuó Ruffini, subrayando que se trata de una “hermosa y serena experiencia de compartir espiritual”.

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