Esta obra de Jacques Lison (Sal Terrae, 2009) es recensionada por Diego Tolsada.
¿Dios proveerá? Comprender la Providencia
Autor: Jacques Lison
Editorial: Sal Terrae
Ciudad: Santander
Páginas: 160
(Diego Tolsada) En estas páginas han aparecido este año recensiones sobre la teodicea. Se trata de los títulos de G. Greshake, ¿Por qué el Dios del amor permite el sufrimiento?, y de W. Thiede, El sentido crucificado. Una teodicea trinitaria, ambos en Sígueme. Ahora nos llega esta nueva obra, que aborda con sencillez y brevedad los interrogantes que nuestro tiempo y cultura plantean al tema clásico de la Providencia y cómo dar una respuesta a la altura de las circunstancias.
El libro se abre con tres textos de épocas muy distintas que recurren confiadamente a la Providencia. Aunque se reconoce que este recurso puede llevar a regresiones inconscientes, ha funcionado en el pasado y es usado por muchos creyentes hoy día. Para no simplificar el problema, se estudian, tras haber recordado la definición clásica de Providencia, sus dos grandes objeciones actuales: la existencia del mal en sus distintas facetas y la libertad humana. Las respuestas tradicionales de la armonía del conjunto, el mayor bien que se saca del mal… no parecen sostenibles hoy, si queremos afirmar la dignidad y el valor infinitos de cada ser humano y su relación gratuita y libre con Dios. También se descartan las derivas del tema en el providencialismo, que, aunque gratificante desde un punto de vista psicológico, poco tiene que ver con la verdadera Providencia. Un Dios omniprovidente sólo puede conducirnos a la sumisión sin libertad a su omnipotencia o la sumisión a los acontecimientos y al azar (versión laica de lo anterior) en el fatalismo.
Así queda liberado el campo para el estudio del concepto a lo largo de la historia, empezando por unas breves referencias al mundo griego y, ya en el campo de la religión, por las Escrituras y la tradición cristiana. La conclusión de esta parte muestra un Dios personal, libre y actuante en la historia, pero de un modo discreto invita al ser humano a entrar en su querer. Por eso es posible, a pesar de todo, creer hoy en la Providencia y entregarse a ella en un acto de fe que no anula sino potencia la libertad humana de un modo creciente y creativo, que nos lleva a una sinergia con Dios.
Un libro recomendable: sencillo por su claridad y brevedad, muy bien estructurado, de amplias miras y que, sin ignorar las dimensiones teológicas de fondo, invita también a un acercamiento vital al tema, acercamiento en que no se pierde nada de la propia dignidad y libertad cuando éstas se entregan a un Dios discreto, que actúa desde la debilidad, hasta el punto de que, de la mano de Etty Hillesum, podemos ayudarle a Él, podemos entrar en sinergia con Él.
En el nº 2.665 de Vida Nueva.
