Una novela de Vasili Grossman (Galaxia Gutenberg, 2008). La recensión es de Juan Carlos Rodríguez
Todo fluye
Autor: Vasili Grossman
Editorial: Galaxia Gutenberg
Ciudad: Barcelona
Páginas: 300
(Juan Carlos Rodríguez) Tras rescatar la extraordinaria obra maestra que es Vida y destino, Círculo de Lectores entrega una nueva novela de Vassili Grossman, por fin reconocido como uno de los grandes narradores del siglo XX. Éste es su testamento político y literario, porque escribió Todo fluye desde la perspectiva que da saber que, condenada Vida y destino, el régimen soviético no admitiría tampoco su publicación. Así que el periodista vuelve a transformarse en novelista para trazar un descarnado retrato del estalinismo, sabiendo que será su testimonio póstumo, pero, sobre todo, su responsabilidad con la historia, con los hombres, con la libertad, contra los terrores del totalitarismo.
Es 1954, Stalin ya ha muerto, Iván Grigórievich abandona 30 años de campos de concentración preguntándose si no estará muerto, qué sentido tiene un Estado donde “todo el mundo es culpable”. Nikolai, su primo, le espera lleno de remordimientos porque nunca contestó a sus cartas. Pero ¿qué podía hacer? Grossman, el primer periodista que dio a conocer la existencia de los campos de exterminio nazi, trata de entender qué significa y cómo se produce un estado totalitario. Tan imprescindible como Vida y destino.
En el nº 2.634 de Vida Nueva.
