Evangelio del día

La alegría de quien cree en Cristo se asienta en la amistad con él, en estar y confiar en él

San Isaías



Evangelio: Juan 16,16-20

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Dentro de poco ya no me veréis, pero un poco más tarde me volveréis a ver». Comentaron entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero un poco más tarde me volveréis a ver”, y eso de “me voy con el Padre”?». Y se preguntaban: «¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice». Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, pero un poco más tarde me volveréis a ver”? Pues sí, os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».

Comentario

La alegría de quien cree en Cristo se asienta en la amistad con él, en estar y confiar en él. La alegría del cristiano no se compra en un gran centro comercial, es un don del Espíritu custodiado por la fe. En los momentos difíciles se hace necesario alegrarnos con la alegría del Resucitado, confiar y esperar que, pese a todo, él tiene una última palabra de bienaventuranza en cualquier circunstancia. Igual que nos hace bien alegrarnos con la alegría de las personas queridas, nos hace mucho bien volvernos a Jesús resucitado y alegrarnos con su alegría. Es un recurso
que exige amor a Jesús y abnegación.