El papa Francisco acogerá en el Vaticano a miles de abuelos y nietos el 27 de abril

El evento llevará por título ‘La caricia y la sonrisa’ y ha sido presentado hoy por Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida

Promover el diálogo entre generaciones y valorizar la tercera edad en el ámbito social y cultural: Este es el objetivo del evento ‘La caricia y la sonrisa’ que el sábado 27 de abril reunirá en el Vaticano a 6.000 abuelos y nietos con el papa Francisco. El encuentro, promovido por la Fundación italiana Età Grande, que, inspirándose en los valores cristianos y evangélicos, se propone promover y garantizar los derechos de la persona anciana y los deberes de la comunidad con ellos, ha sido presentado este lunes 22 de abril en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.



Tal como recoge Vatican News, Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, señaló que “con la iniciativa queremos dar una nueva visión de la vejez”, ya que esta “no es un desperdicio, una carga, sino un recurso y no está desvinculada de todas las otras edades de la vida”.

Humanizar el mundo

“Queremos partir de aquí para redescubrir el patrimonio de la tercera edad, dando la palabra a los abuelos y a los nietos, entre los cuales existe una especial sintonía, complicidad y dimensión afectiva que no existe entre las otras generaciones”, añadió Paglia. “Los ancianos deben comprender que todavía pueden dar mucho”. “La dimensión de la vejez se vuelve decisiva para reanudar, a través del vínculo con los nietos, el calor con las otras generaciones”, aseguró, “abuelos y nietos son las dos generaciones extremas que no pueden vivir sin las intermedias”.

El gran encuentro con el Papa Francisco también quiere dar a conocer las actividades de la Fundación Età Grande, que sitúa a la persona, con sus necesidades y fragilidades, en el centro de la reflexión sobre los mayores y pretende sugerir políticas a favor de los ancianos, en los ámbitos del trabajo, la cultura y la formación, la salud pública, la protección económica, el envejecimiento activo y la integración social. “Queremos intentar humanizar el mundo con afectividad, para curarnos del aislamiento y la soledad”, dijo Mario Marazziti, de la fundación.

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