Editorial

Paso a un lado para una renovación en el Espíritu

Compartir

Julián Carrón abandona la presidencia de Comunión y Liberación, motivado –como él mismo ha manifestado– por el decreto promulgado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que marca un mandato límite de diez años consecutivos para las asociaciones internacionales de fieles, con excepción del fundador.



Si bien la Santa Sede admite una prórroga de transición en todos los movimientos laicales hasta septiembre de 2023, el sacerdote español ha optado por no prolongar más su labor de casi 17 años al frente de esta fraternidad. Su decisión tiene lugar dos meses después de la intervención vaticana a las Memore Domini, la rama de consagradas en la que Carrón ejercía de asistente espiritual.

Aire fresco del Espíritu

Nadie duda de la capacidad de liderazgo pastoral y de gestión del presbítero cacereño, como de otros tantos responsables de diferentes realidades esclesiales surgidas en las últimas décadas, pero dar un paso a un lado contribuye a una siempre necesaria renovación, favorece la pluralidad e intensifica la sinodalidad y corresponsabilidad necesarias para garantizar puertas y ventanas abiertas para que sople el aire fresco del Espíritu… no solo en Comunión y Liberación.

Lea más: