De rodillas y rezando se despide el director de la Policía de Colombia tras ser destituido por Gustavo Petro

Frente a la imagen del Divino Niño, Henry Sanabria dice adiós  toda vez que en su gestión causó controversia por sus posiciones religiosas

De rodillas y rezando frente a la imagen del Divino Niño, se despidió Henry Sanabria como director de la Policía de Colombia, tras su destitución como máximo líder de este organismo.



Vía Twitter, Gustavo Petro, presidente de la República, anunció la destitución de Sanabria para designar en el cargo al general retirado William Salamanca, actual cónsul en Miami, toda vez que agradeció al saliente director por los servicios prestados.

De rodillas

Desde su cuenta Twitter, el general Sanabria respondió al primer mandatario: “Agradezco a Dios, al señor presidente Gustavo Petro y al ministro de Defensa por haberme permitido haber sido el director general de la Policía de Colombia”.

Añadió que “mi partida con el ‘adiós”: “A Dios confío mi #alma, a Dios confío mi historia, a Dios confío a los míos, a Dios confío a los residentes en #Colombia, a Dios confío a las Fuerzas Militares, a Dios confío a la Policía Nacional y a Dios confío todo”.

Férreo en su fe

Su devoción había granjeado al General algunas críticas de quienes vienen de las filas del Pacto histórico, partido de Gustavo Petro, en especial a los colectivos feministas y LGTBI. De hecho, el último encontronazo fueron sus declaraciones contra las uniones del mismo sexo, la eutanasia y el aborto en una entrevista para la revista Semana.

“La existencia del diablo es cierta. Lo he visto, lo he percibido, para muchos es una fábula y otros no creen. Y eso está bien porque, digamos, el diablo lo dice, él se niega a sí mismo”, declaró al medio.

Aseguró que “mientras más me critiquen, me santifican. No sufro. A mí me gusta que me ataquen y más si es por la fe”.

Lo último que trinó fue la fotografía de un sacerdote ataviado con su indumentaria eclesial, en una cama hospitalaria, y en sus piernas un cáliz y elementos de consagrar con el siguiente mensaje: “Señor, hazme saber qué fin tendré y cuánto tiempo voy a vivir, para que comprenda cuán breve es mi vida”.

Foto: Twitter

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