Comunicado de la Conferencia Episcopal
Recientemente, a través de un comunicado firmado por Mons. Óscar Urbina, arzobispo de Villavicencio, la Conferencia Episcopal manifestó su preocupación por la situación de los migrantes que, cada vez en mayor número, han ido llegando a la zona de Urabá, en el norte del país. Se trata de personas de diversas nacionalidades, en especial ciudadanos cubanos y haitianos, que buscan acceder a Panamá, para continuar su viaje por Centro América hasta Estados Unidos.
Retomando las palabras del papa Francisco, pronunciadas con ocasión de la Jornada del Mundial del Emigrante y del Refugiado, los obispos del país hicieron un llamado a considerar la exigencia de tutelar la dignidad de quienes en busca de mejores condiciones de vida se ven obligados a abandonar su tierra natal. Igualmente exhortaron al pueblo colombiano a “acabar con cualquier forma de indiferencia frente a esta situación migratoria que, por el contrario, debe interpelar nuestros modos de vida e impulsarnos a la acogida y a la solidaridad”.
De manera particular, la Conferencia Episcopal pide a los católicos promover una cultura del encuentro, reconociendo al que sufre; compartiendo recursos, aun cuando ello suponga renunciar al bienestar individual. A través del documento, la institución destaca los esfuerzos de la diócesis de Apartadó en orden a dar alguna respuesta a lo que se viene presentando en territorio de su jurisdicción.
Por último, los obispos hicieron un llamado a la comunidad internacional “para que, frente a ésta y a todas las situaciones semejantes, no deje de pensar en los mejores modos para resolver las problemáticas migratorias, asegurando el respeto a los derechos humanos de las personas comprometidas y haciéndoles sentir la cercanía, la solidaridad y la ayuda efectiva de las comunidades”. “Hoy se hace necesario poner en marcha iniciativas coordinadas entre los gobiernos para actuar en profundidad y resolver eficazmente los problemas migratorios”, añadieron.
VNC
