¿Es la Biblia una referencia para el pensamiento actual?


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El 16 de julio saltaba a los medios la noticia de que un grupo de doce intelectuales de izquierdas había firmado un documento –titulado precisamente ‘Desde la izquierda’– “en el que reclaman especialmente al PSOE, pero también a PP y Ciudadanos, que prioricen los gobiernos constitucionalistas desde un acuerdo ‘leal y profundo’” .

Independientemente de la opinión que pueda merecer tanto la figura de los firmantes y su condición ideológica como el contenido y sentido del propio documento, algo que resulta llamativo es la cita de Abraham Lincoln que encabeza el texto: “Una casa dividida contra sí misma no puede mantenerse en pie”.

No se menciona la obra o el contexto en que figura la cita. Evidentemente, y con mayor motivo, tampoco se dice que la frase en cuestión, aunque realmente la dijera en algún momento Abraham Lincoln, realmente no es suya, sino que está tomada del evangelio: “Toda ciudad o casa dividida internamente no se mantiene en pie” (Mt 12,25).

Abraham Lincoln

 

¿Por qué no se dice que la fuente de la cita es el evangelio: porque se ignora o porque se pretende ocultar deliberadamente? Me inclino a pensar que la respuesta tiene que ver más con la primera opción que con la segunda. Por desgracia, en nuestra cultura española actual, el “saber religioso” tiene escasa o casi nula influencia, resultando prácticamente desconocido (y en muchas ocasiones incluso despreciado). A nivel popular, no hace falta más que fijarse en las preguntas y respuestas de carácter bíblico que aparecen en concursos televisivos, como el de ‘¡Boom!’ (Antena 3): suelen ser preguntas que se rehúyen y, cuando se contestan, se contestan incorrectamente.

En la cultura norteamericana tradicional, en cambio, la Biblia –como elemento destacado de ese saber religioso occidental– es un elemento de hondo arraigo y con una gran autoridad, muy probablemente por el influjo del protestantismo. Por eso no resulta extraño que Lincoln, como otros próceres de su época, bebiera de esa fuente bíblica, constituyendo un elemento importante en su pensamiento (y a pesar de que nunca estuvo vinculado a ninguna Iglesia concreta).