Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

El negocio es el negocio


Compartir

En el departamento lo habían comentado. Su producto presentaba una serie de problemas que podían llegar a causar la hospitalización de algunos de sus usuarios en los casos más graves. Estos contratiempos no se daban en un porcentaje muy elevado, (menos de un dos por cien) pero en una empresa multinacional como la suya, en las que las ventas eran tan elevadas (varios millones de usuarios de ese producto) las personas que acababan enfermando por causa de ese fallo se contaban por miles.



Por eso se pusieron todos en marcha para solucionar aquel problema, había que detectar qué era lo que lo causaba: Investigaron, hicieron pruebas y finalmente se dieron cuenta de que era uno de los componentes de su producto el que provocaba esta anomalía. Una vez detectada la causa, no había más que buscarle un remedio, así que estuvieron probando otros materiales que pudiesen evitar las consecuencias negativas del uso del producto y lo encontraron, tenían la solución, podían seguir produciendo su bien con el mismo nivel de calidad pero, además, evitando que se diesen esas consecuencias negativas.

 

Investigacion 2

El equipo preparó un informe detallado del problema, la causa y la solución. En él se indicaba la cantidad estimada de personas afectadas, por qué era uno de los componentes el que provocaba los problemas de salud y cómo cambiando ese producto, se conseguía evitar las consecuencias negativas de su uso sin reducir la calidad del bien. También se acompañaba el preceptivo informe económico en el que se detallaba el incremento de costes que suponía este cambio de componentes: Iba a salir más caro producir el bien, pero no excesivamente.

Esperanzas desvanecidas

Se presentaron con él a sus superiores. Se sentían orgullosos del trabajo realizado y pensaban que iba a ser aceptado sin más reparos. Pero cuando contemplaban las caras impasibles de sus jefes, sus esperanzas se fueron desvaneciendo al mismo tiempo que la exposición de sus motivos iba avanzando. Cuando acabaron, uno de sus superiores les miró y les dijo “Parece mentira, con los años que lleváis aquí, que todavía no os hayáis dado cuenta de que no somos hermanitas de la caridad, que el negocio es el negocio”.

Y siguieron produciendo el bien tal y como lo hacían hasta ese momento a pesar de los problemas que se daban porque sus superiores no estuvieron dispuestos a rebajar el margen de beneficios que generaba la venta de ese bien. Por ello, algunos de sus usuarios siguieron teniendo que ser hospitalizados por una enfermedad que no sabían muy bien de donde procedía.