(Francisco M. Carriscondo Esquivel– Profesor de la Universidad de Málaga)
“Llega a España un nuevo libro de Rice, La hora del ángel, inicio de otra serie que aspira a convertirse en fast y, por tanto, best seller. Quiero pensar, a raíz de esta nueva narración sobre los ángeles, en la oportunidad que se le brinda a la autora de mostrarle a la juventud que el misterio de lo místico puede ser también atractivo”
Existe una prelación del concepto de fast sobre el de best seller, acorde con estos tiempos en que no sólo se vende más sino que todo se hace a la mayor celeridad y donde la literatura se concibe igual que otro producto de consumo. Es como situar la librería al mismo nivel que la hamburguesería, con comida y libros fáciles de encontrar y de digerir, y por eso muy vendidos. En definitiva, el mundo editorial se transforma en una sucesión de publicaciones tan masiva como instantánea, pero efímera.
En este contexto de mercado, los vampiros sirvieron a Anne Rice para saltar a la fama, a partir de la versión fílmica de Entrevista con el vampiro. Esta atracción por el lado oscuro, tan seguida por los adolescentes, ha sido continuada por Stephenie Meyer y su saga Crepúsculo, la cual, como todo el mundo sabe, también cuenta con su adaptación cinematográfica, dentro de esa relación de amor y de odio que existe entre el cine y la literatura y que contribuye a ver y después leer, o lo que es lo mismo: a digerir.
Llega a España un nuevo libro de Rice, La hora del ángel, inicio de otra serie que aspira a convertirse en fast y, por tanto, best seller. Quiero pensar, a raíz de esta nueva narración sobre los ángeles, en la oportunidad que se le brinda a la autora de mostrarle a la juventud que el misterio de lo místico puede ser también atractivo, como una estrategia para cambiar un mundo que puede regirse por parámetros que no sean los sensuales. Pero mucho me temo que volveré a equivocarme.
En el nº 2.721 de Vida Nueva.
