Símbolo de reconciliación

Muerte-Kim-Dae-jungFirme defensor de la democracia, la vida del antiguo presidente de Corea del Sur, Kim Dae-jung, estuvo inspirada por la fe católica, el secreto de la grandeza de su espíritu. Así lo recuerda L’Osservatore Romano con motivo de su fallecimiento, el pasado 18 de agosto. Los intentos del ex presidente por reconciliar las dos Coreas le hicieron merecedor del Premio Nobel de la Paz en el año 2000, y tras su muerte, le han valido numerosos gestos de reconocimiento por parte de numerosos líderes internacionales, incluso del norcoreano Kim Jong-il. Benedicto XVI también expresó su pésame, a través de un telegrama firmado por el cardenal Tarcisio Bertone y enviado al actual presidente surcoreano, Lee Myung-bak.

En el nº 2.672 de Vida Nueva.

Compartir