Gestos de grandeza en el bicentenario

J M Arnaiz(José María Arnaiz– Ex Secretario General de la Unión de Superiores Generales) 

“Ahora toca a esta ‘generación Bicentenario’ dejar su huella, y la invitamos a hacer posible algo nuevo, algo grande y algo fecundo: desarrollar redes de solidaridad entre los pueblos, abajar las fronteras entre ellos, vivir la democracia en plenitud, avanzar significativamente en valores como la inclusión y el optimismo”

Son los que hacen a las personas y a los pueblos grandes. Es lo más y mejor que pueden haber aprendido de su historia los pueblos de América Latina que, en unos meses, celebrarán el bicentenario de vida republicana. La persistencia del conflicto sería la otra cara de la moneda de la celebración que, por contraste, también debería provocar gestos de grandeza. 

La magnanimidad en el ejercicio del poder no es un signo de debilidad; supone pensar menos en lo que cada país puede darnos y más en lo que le podemos dar nosotros. Esta celebración será un momento para recordar penas y alegrías; para hacer memoria 

de una historia de abnegación en la que nada ha sido fácil. Historia bicentenaria hecha de energía y, a la vez, de perseverancia. En ella los protagonistas han sido gente de esfuerzo. Ese esfuerzo ha moldeado identidad y fortalecido instituciones. Es importante celebrar sin amnesia y para ser mejores. 

Cada generación de cada país ha aportado una estrofa a ese poema que llamamos México, Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, Argentina, Paraguay. En ese largo texto hay estrofas de lucha por la libertad, de devolución del alma nacional cuando se ha perdido, de empuje a toda prueba, anhelo de justicia, expansión incontenible de energías y de tragedias redimidas. 

Ahora toca a esta ‘generación Bicentenario’ dejar su huella, y la invitamos a hacer posible algo nuevo, algo grande y algo fecundo: desarrollar redes de solidaridad entre los pueblos, abajar las fronteras entre ellos, vivir la democracia en plenitud, avanzar significativamente en valores como la inclusión y el optimismo. Esas pueden ser “las amplias alamedas” por las que avancemos en buena dirección. Para ello nos toca vivir esta fecha como un momento de festejo, encuentro, reflexión y proyección hacia el futuro.

jmarnaiz@vidanueva.es 

En el nº 2.668 de Vida Nueva.

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