El Bicentenario, otra oportunidad

José Ignacio López(José Ignacio López– Periodista argentino del diario La Nación)

“Honrar nuestros orígenes, agradecer a Dios por nuestra existencia como pueblo, no para quedarnos anclados en el pasado sino para valorar el presente y construir el futuro, sugiere una disposición al diálogo y a la renovación pastoral. Lo dijeron también los obispos del CELAM al recordar con gratitud el aporte histórico de la Iglesia católica”

Desde Aparecida, las Iglesias de América latina y El Caribe pugnan por ponerse en estado de misión y, más allá de matices y la legítima y necesaria pluralidad de enfoques, la renovación pastoral y de estructuras eclesiales surgen como pasos inexcusables.

No es dato menor que el mensaje que la Plenaria del CELAM dirigió a los episcopados del continente tras su reciente reunión en Managua, haya reconocido las dificultades y resistencias que generan esos cambios a los que impulsa sin rodeos el acontecimiento y el documento de la V Conferencia. Dicha Plenaria apreció los esfuerzos realizados para reorientar sus tradicionales quehaceres, de modo que promuevan y favorezcan el estado de misión al que se convocó y, al renovar su actitud de servicio a cada Iglesia local, reafirmó que la suya es una tarea orientada a fortalecer el camino emprendido y a articular los diferentes procesos. 

“Compartir las experiencias es una clave para que dentro de la pluralidad se mantenga la unidad”. Y en ese empeño parece claro que el Bicentenario de la emancipación de buena parte de las naciones de América, que en menos de un año comenzará a celebrarse, se alza como oportunidad. Honrar nuestros orígenes, agradecer a Dios por nuestra existencia como pueblo, no para quedarnos anclados en el pasado sino para valorar el presente y construir el futuro, sugiere una disposición al diálogo y a la renovación pastoral. Lo dijeron también los obispos del CELAM al recordar con gratitud el aporte histórico de la Iglesia católica, al haber contribuido a crear una cultura con los valores evangélicos. De ahí que se recuerde que los laicos cristianos tienen la principal responsabilidad de promover la ética como referencia indispensable en una sociedad plural y en el actual contexto de crisis global.

jilopez@vidanueva.es 

En el nº 2.662 de Vida Nueva.

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