Dios hoy

Jorge Juan Fdez Sangrador(Jorge Juan Fernández Sangrador– Director de la BAC)

“En verdad, de Dios no puede decirse que sea, a efectos culturales, sociales y políticos, una ‘hipótesis inútil’, sino el garante de que los logros, en esos campos, sean realmente humanos”

Dios hoy ha sido el título de un importante congreso que, organizado por el Comité para el Proyecto Cultural de la Conferencia Episcopal Italiana, tuvo lugar, hace un mes, en Roma. Las conferencias, así como los diversos actos programados, giraron en torno a la cuestión de Dios. El subtítulo –Con Él o sin Él cambia todo– daba razón de lo que se pretendía con la celebración de tal evento: mostrar cómo no hay ámbito de la vida humana que no se vea afectado por dicha cuestión y cómo el modo de situarse ante Dios determina que el universo de cada cual se oriente de una manera u otra.

Mientras tanto, en Madrid, se presentaba un documento que, aprobado en la nonagésima cuarta Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, lleva por título Declaración ante la crisis moral y económica. En él, los obispos dan a conocer su punto de vista sobre la grave situación en que se halla sumida actualmente la sociedad y se preguntan si es posible conseguir un verdadero desarrollo sin Dios, es decir, quedando atrapada la ciudadanía en un horizonte intraterreno que se contenta sólo con alcanzar el bienestar material.

Días antes, al clausurar un concierto ofrecido en su honor con motivo del sexagésimo y vigésimo aniversario de la fundación de la República Federal de Alemania y de la caída del Muro de Berlín, respectivamente, Benedicto XVI pronunció un discurso en el que recordó cómo, en el siglo xx, la responsabilidad ante Dios fue decisiva para que la actuación política, en la construcción de Europa, discurriese de forma correcta. Y es que, en verdad, de Dios no puede decirse que sea, a efectos culturales, sociales y políticos, una “hipótesis inútil”, sino el garante de que los logros, en esos campos, sean realmente humanos.

jjfernandezs@vidanueva.es

En el nº 2.690 de Vida Nueva.

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