Decíamos ayer (5 de agosto de 1967)

Para cuando llegue septiembre

“Convendría que aprovecháramos el descanso para definir la actitud que nos ha tocado asumir cuando llegue septiembre. Porque bien está que ahora hagamos las maletas, (…) que intentemos olvidar la gran ciudad, su vida absurda e implacable”. “Pero se acabará el verano y nos encontraremos de nuevo con la situación conflictiva y expectante de nuestra ‘res publica’. Y no sería lógico que también entonces creyéramos seguir de vacaciones en nuestra imprescriptible condición de ciudadanos. Aunque a veces finjamos que las cosas públicas no nos incumben y que en este terreno tenemos vacaciones ilimitadas”.

En el nº 2.671 de Vida Nueva.

Compartir