Pablo d’Ors: “No estamos en el final de las religiones, sino ante una espiritualidad que prescinde de lo religioso”

El sacerdote ha participado en la nueva edición del foro de la Fundación Pablo VI, ‘Encuentros para una nueva era’, donde se ha debatido sobre ‘El papel de las religiones en el siglo XXI’

Pablo d'Ors encuentros para una nueva era

“En absoluto estamos ante el fin de las religiones. Estamos ante el nacimiento de una espiritualidad que prescinde de lo religioso. Y eso nos lleva a las personas religiosas a recrear, a buscar cómo podemos buscar un nuevo paradigma, sobre todo en Europa, donde el cristianismo ya no es el paradigma único, sino que hay otros con los que debemos entrar en diálogo”. Son palabras del escritor y sacerdote Pablo d’Ors en el último debate del foroEncuentros para una era’, organizado por la Fundación Pablo VI y que en esta ocasión se ha centrado en ‘El papel de las religiones en el siglo XXI’.



En el foro, presentado por Jesús Avezuela, director general de la Fundación Pablo VI –y que podrá verse en TRECE el próximo viernes a las 22:00 horas–, el sacerdote ha defendido que, en este nuevo contexto, “la religión va a seguir presente porque forma parte de la naturaleza humana“, aunque “sí que estamos en un proceso de reconfiguración” de las mismas.

En la misma línea, Abdelaziz Hammaoui, teólogo musulmán, ha explicado que “el cambio de nuestra relación con la religión es un poco como el cambio que se produce en la relación entre hijos y padres. Al principio, los padres son referentes, lo saben todo. En la adolescencia hay una actitud de rebeldía y en la madurez se vuelve, pero sin llegar a un extremo ni a otro. Creo que estamos en esta tercera fase en la que la religión es más necesaria que nuca, pero hay otros campos en los que se ha centrado la atención. Hace unos años el imán de la mezquita era todo: el profesor, el consejero, el educador… Ahora hay muchas profesiones y muchas ramas de la ciencia que atienden esas necesidades”.

Poesía a la espiritualidad

“Hay un cambio cultural que afecta a la práxis de la religión. Si bien sigue existiendo la religión, la práxis religiosa supone mayor compromiso“, ha apuntado Isaac Querub, expresidente de la Federación de Comunidades Judías de España. Convencido de que las religiones siguen estando presentes, ha subrayado que “pocas veces hemos oído hablar tanto la religión como hoy en día. Es un tema polémico”.

“La religión lo que aporta es poesía a la espiritualdiad”, ha añadido Pablo d’Ors. “Son formas lingüísticas y gestuales para dirigirnos hacia esa fuente de espiritualidad. Cuando hablamos de espiritualidad y religión, suelo decir que la espiritualidad es el vino y la religión la copa”. Una visión ante la cual el propio d’Ors es consciente de que, “si siempre nos lo planteáramos así probablemente no habría conflictos interreligiosos. Lo viviríamos como un compartir distintas visiones poéticas y prácticas de la vida”.

Amenaza u oportunidad

“El concepto equivocado de religión es cuando se intenta imponer”, ha aseverado Querub, poniendo de ejemplo su propia experiencia. “Nací y crecí en un país musulmán, fui a un colegio laico, estudié en una universidad católica, vivo en España y soy judío, y nunca he tenido problemas de convivencia. La religión o se entiende como algo que ayuda a convivir o deja de ser religión”, ha señalado. Sin embargo, “todavía se mata a judíos por el simple hecho de serlo. O se persigue a cristianos. Y se maltrata a musulmanes. Estamos viviendo un importante aumento de la islamofobia”.

“No se puede ser religioso sin ser interreligioso”, ha señalado d’Ors. “El hecho de que ahora muchas personas se interesen por el zen, por el yoga, lejos de ser una amenaza es una oportunidad, un kairós para leer nuestra propia fe desde una óptica que antes nos era desconocida“, ha afirmado. “A lo mejor desde ahí se nos hacen claras cosas que antes nos estaban un poco más ocultas”.

Convencido de este camino hacia la espiritualidad, el sacerdote ha apuntado que “después de vivir un momento en el que lo comunitario e institucional ha sido muy fuerte”, ahora mismo estamos en un contexto en el que se “subraya al sujeto, a la persona”, pero esto no debe entenderse “en absoluto como algo pernicioso o negativo, sino, más bien, como una búsqueda del equilibrio”. “Al fin y al cabo”, ha continuado d’Ors, “cada movimiento espiritual o místico nace de la propia experiencia como sujeto. Por eso yo no lo miraría como algo peligroso, sino como un camino hacia la espiritualización de la religión”.

De hecho, el sacerdote ha aseverado que “tal vez el hecho de que ahora tanta gente practique yoga o mindfulness lo que está revelando es que necesitamos silencio”, ya que “por muy importante que sea la palabra y la ritualidad, la palabra en silencio se convierte en palabrería y ritualismo“.

La aportación de las religiones en el Estado

Asimismo, Hammaoui ha explicado que “en la actualidad las religiones pueden aportar, a nivel individual, el resolver las dudas existenciales de la persona, a esa necesidad inherente, íntima, de buscar la relación con Dios; y en el ámbito moral, ya que el sistema materialista ha creado una crisis evidente”. De este modo, la religión sería importante “para encontrar el equilibrio entre el necesario desarrollo económico y tecnológico y una ética que lo humanice”.

Por su parte, Carmen Márquez, profesora de Teología de la Universidad Pontificia Comillas, ha explicado que en el caso del ámbito del cristianismo están creciendo especialmente las iglesias pentecostales. “En occidente, todo lo que tiene que ver con el mundo de las religiones orientales tiene mucho atractivo”, ha apuntado, señalando que esto “tiene que ver con el ámbito emotivo, donde prima más el sentimiento que el dogma. Esto es un reflejo de nuestra cultura: somos religiosos culturalmente, eso es algo que no se puede dejar al margen. Nos encontramos muchos creyentes sin iglesia, y eso es un reflejo de nuestra sociedad”.

En cuanto a la expresión de esa religiosidad en España, Márquez ha afirmado que “estamos en un momento en el que tenemos un marco jurídico claro en cuanto a la aconfesionalidad del Estado pero que aun no hemos sabido concretar”. En este sentido, para la profesora, “existe un amplio espacio para la presencia de lo religioso sin que eso vulnere la aconfesionalidad del Estado”. Y es que “las religiones tienen algo que aportar en el futuro y bienestar de la humanidad respetando la laicidad de lo público, precisamente porque la religión no está limitada a lo privado, sino que tiene una faceta pública que para el cristianismo es es construcción del Reino”.

Noticias relacionadas
Compartir