Respuesta de fondo a la corrupción

(Jesús Domingo Martínez– Girona) Más allá de la utilización que representan las informaciones sobre corrupción y de la especial sensibilidad que éstas suscitan, en estos momentos de crisis social, económica y moral lo que aflora es el síntoma de generalizada pérdida de sentido ético de la política, dos conceptos que desde antiguo han estado unidos y que cuando se separan producen degradaciones y distorsiones que no nos conducen a buen puerto.

La ejemplaridad en la acción política no es algo que podamos dar por hecho sin más. La democracia tiene sus mecanismos para el control de los abusos y para la represión legal de quienes hacen un uso ilícito de los recursos de todos. 

Pero lo que también es un ejercicio de democracia es la necesaria educación social en la conciencia moral, que pasa por un análisis claro de las causas de la degradación de la política a la que asistimos.

Benedicto XVI subrayaba que el error de fondo de la crisis económica mundial es la avaricia, las falsas promesas que oscurecen la razón, que oscurecen, por tanto, la verdad de Dios y del hombre. Para afrontar las crisis, sea de la naturaleza que sea, no sólo es necesaria una buena respuesta técnica; también lo es un discernimiento moral y un cambio en el corazón de las personas. Como ha dicho el Papa, la justicia no se consigue sólo con sistemas justos, hace falta también que existan personas justas.

En el nº 2.668 de Vida Nueva.

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