Cáritas Japón pone todos sus recursos para apoyar a las víctimas del terremoto

La diócesis de Nagoya ha sido la más afectada y a través de dos parroquias esperan hacer llegar víveres

Japón trata de volver poco a poco a la normalidad después del terremoto que sacudió la costa occidental del país. Mientras miles de personas siguen sin agua o electricidad, la pequeña comunidad católica se moviliza a través de Cáritas Japón. Su presidente, el obispo de Niigata, Daisuke Nairu, ha destacado la coordinación de las 16 diócesis y la aportación de su personal y los miles de voluntarios empeñados en la reconstrucción.



Narui relató a los medios vaticanos la visita que ha hecho a las zonas afectadas y destacó que “todavía hay muchas réplicas”, más de mil desde el 1 de enero. Además de las cifras de “202 muertos confirmados, 102 desaparecidos y 565 heridos”, así como las 28.000 personas evacuadas, destaca que “hay mucha gente aislada en sus propios pueblos y ciudades, porque las carreteras están cortadas, y hay mucha gente que ni siquiera puede ir a los centros de evacuación”.

Acompañamiento integral

Ante este panorama, Cáritas Japón que trabaja habitualmente en proyectos de cooperación exterior se está volcando en la diócesis de Nagoya, la más afectada. En la zona “sólo hay dos parroquias que cubran un área tan enorme y son bastante pequeñas” ya que a la misa dominical acuden unas 10 o 20 personas, apunta. A través de las guarderías de las parroquias esperan poder hacer llegar agua, alimentos, kits de higiene y demás cuestiones. Además, añade, “lo más probable es que, como hace mucho frío, ayudemos a proporcionar calefactores y otros materiales de calefacción. Eso es lo que estoy pensando ahora”.

Para hacer llegar esto con facilidad deben restablecerse las carreteras por lo que “es imposible enviar voluntarios”. También reclama que “es muy importante acompañar con la oración y a través de otros medios de acompañamiento, porque para las personas que están aisladas en la zona afectada, no sólo la fuerza física, sino también la fuerza mental y espiritual es bastante importante en un momento tan difícil”. “Es muy importante proporcionar materiales, pero tampoco pensamos que vivimos sólo de pan; también vivimos con la oración, la espiritualidad, el acompañamiento y el apoyo de los demás. Ese acompañamiento es muy importante”, añadió.

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