Chow cree que su cardenalato ayudará a “construir puentes” entre la Iglesia y China

Así lo ha manifestado en una entrevista con ‘Crux’, en la que destaca que buscará “promover intercambios e interacciones entre China continental y la Iglesia universal”

Stephen Chow Sau-yan, obispo Hong Kong

Stephen Chow, arzobispo de Hong Kong desde 2021 y quien, en el consistorio del 30 de septiembre, recibirá del Papa el birrete rojo, se muestra convencido de que su cardenalato será el mejor modo de “construir puentes” entre la Iglesia católica y el régimen chino.



Así lo ha manifestado en una entrevista con ‘Crux’, en la que destaca que “el papel de puente debe ser una contribución significativa a la Iglesia en su conjunto”. Algo que, en su caso particular, tendrá una incidencia especial, pues “fortalecerá el papel de la Iglesia católica en Hong Kong como Iglesia puente, para promover intercambios e interacciones entre China continental y la Iglesia universal”.

Histórico viaje en abril

El propio Chow, jesuita, ya abrió una senda para el entendimiento recientemente. Así, en abril, invitado por el obispo de Beijing, Joseph Li Shan, líder de la Iglesia Patriótica China, estuvo cinco días en la capital china. Un gesto prácticamente sin precedentes, pues la anterior vez que un pastor de Hong Kong había estado en la China continental había sido en 1985, cuando su región todavía era una colonia británica. “Ya hemos roto el hielo”, celebró el mismo a la vuelta de su viaje.

En este momento, las relaciones entre China y la Santa Sede atraviesan un momento crítico. Tras renovarse por segunda vez el Acuerdo Provisional para el nombramiento de obispos, firmado en 2018, en Roma ha causado un profundo malestar el nombramiento de Joseph Shin Ben como nuevo obispo de Shanghái. Decisión que tomó unilateralmente el régimen comunista y que Francisco acabó ratificando como gesto de buena voluntad.

Oficina diplomática

Una apuesta por el diálogo que, para el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, debe dar un paso más y concretarse a su vez en un gesto de China. En este sentido, se considera que el apropiado sería el establecimiento de una oficina vaticana de carácter diplomático en la capital china.

En espera de acontecimientos, Chow, a punto de recibir el birrete cardenalicio, reitera su actitud abierta a todos. En unas semanas, por cierto, Hong Kong contará con dos cardenales. El nonagenario arzobispo emérito, Joseph Zen, muy crítico por el acercamiento del Vaticano a Beijing en estos últimos años, llegó a ser condenado por la Justicia china por apoyar a los ciudadanos de Hong Kong que se manifestaron tiempo atrás por el excesivo control de las autoridades comunistas.

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