Mary McAleese y Marie Collins piden al Papa una auditoría “independiente y externa” para la comisión antiabusos

  • La víctima irlandesa y la expresidenta del país apoyan a Zollner y muestran su “profunda preocupación” tras su salida
  • Denuncian los obstáculos internos y creen que, “una década después”, el organismo “necesita otra intervención papal”

Cardenal Seán O'Malley, arzobispo de Boston

Semanas después de la controvertida salida de Hans Zollner de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores del Vaticano, el jesuita alemán ha recibido el respaldo de la irlandesa Marie Collins, víctima y conocida activista contra esta lacra eclesial, y de la ex expresidenta de dicho país, Mary McAleese.



Como recoge ‘The Irish Times’, ambas han escrito una carta al papa Francisco en la que solicitan una auditoría “independiente y externa” que “revise” el funcionamiento actual de la misma. De este modo, frente al responsable del organismo vaticano, el cardenal estadunidense Seán Patrick O’Malley, que manifestó su decepción con Zollner, dan veracidad a la denuncia de este último, que justificó su dimisión al entender que la comisión antiabusos del Vaticano ha entrado en una deriva en la que los propios miembros no tienen claras sus competencias y se impone la “falta de transparencia”, contando con “obstáculos” internos más que apreciables.

Su miembro más respetado

Tanto Collins como McAleese, quien fue presidenta de la República de Irlanda entre 2007 y 2011, muestran en su misiva al Papa su “profunda preocupación” por la salida de la comisión de Zollner, “su miembro fundador más experimentado, respetado a nivel mundial y distinguido”.

Para ellas, “la honestidad y la integridad” del jesuita alemán “estaban fuera de toda duda”, siendo “insuperable” su “compromiso con la protección de la infancia en la Iglesia”. De ahí que sean condenables los movimientos que observan dentro de altas instancias de la Curia para “desacreditar” su figura.

Presiones de la Curia

Como recuerda ‘The Irish Times’, ya en 2017, solo tres años después de ponerse en marcha, Collins ya dimitió de su cargo en la comisión por considerar que “un pequeño grupo en la Curia vaticana se resiste al trabajo” de la misma. Junto a ella también abandonó otro histórico superviviente de abusos como el británico Peter Saunders.

Ahora, como McAleese y Collins exponen a Bergoglio, este debe tomar cartas en el asunto para evitar que, tras la dimisión de Zollner, ante el “daño existencial” que ha sufrido la “reputación” de la comisión, esta “se hunda sin dejar rastro y se lleve consigo la credibilidad de la Santa Sede”.

Actitud censurable

“Usted, que nombró al padre Zollner, conoce el extraordinario respeto que su trabajo le ha granjeado en todo el mundo y que ha sido clave para reconstruir la destrozada confianza de las víctimas y los fieles”, reclacan. Por ello, “los recientes intentos de utilizar la prensa para insinuar mala fe por su parte” son algo “poco menos que censurable”, pues “se merece algo mejor”.

McAleese y Collins valoran que, “en sus inicios”, la comisión fue “una iniciativa papal bienvenida y muy necesaria”. Pero, “una década después, necesita otra intervención papal”. En caso de que no sea así, auguran un fracaso estrepitoso: “Los intentos de desacreditar al padre Zollner fracasarán. Su trabajo continuará; la comisión se hundirá y, desgraciadamente, cuando la Santa Sede presente su próximo informe periódico al Comité de los Derechos del Niño [de la ONU], es probable que haya consternación en Ginebra por este giro de los acontecimientos”.

Contra O’Malley

Días atrás, en su cuenta de Twitter, Marie Collins ya dirigió sus críticas de un modo directo contra el cardenal O’Malley, lamentando que anunciara “como nuevas iniciativas” proyectos que fueron “presentados por la comisión original en 2016”. Y es que “ese año, con la aprobación del Papa, se inició la formación en protección infantil con los nuevos obispos y los departamentos de la Curia”.

Así, la irlandesa recordó que “participé durante tres años con el cardenal O’Malley y otros miembros de la comisión en la capacitación sobre protección infantil para los nuevos obispos. También realizamos la misma capacitación para la Congregación del Clero y el Departamento de Evangelización, antes de irme. Estas no son iniciativas nuevas”. “¿Por qué anunciar ahora esto como nuevo?”, se lamentó.

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