Benedicto XVI: el primer Papa en Twitter

El miércoles 12 de diciembre de 2012 a mediodía (el día 12, del mes 12, del año 2012, a las 12 horas), festividad litúrgica de la Virgen de Guadalupe, entró en funcionamiento la cuenta en Twitter del hoy fallecido Benedicto XVI, hoy heredada por Francisco: @Pontifex_es. El papa emérito estuvo poco más de dos meses en la red social, puesto que se cerró el 28 de febrero de 2013, a la espera de que el nuevo Papa decidiera.



“Queridos amigos, me uno a vosotros con alegría por medio de Twitter. Gracias por vuestra respuesta generosa. Os bendigo a todos de corazón”, compartía Benedicto XVI en su primer tuit.

En un primer momento, los tuits del papa, que aterrizaba en la red social a sus 85 años, se publicaron en ocho lenguas (español, inglés, francés, alemán, italiano, portugués, polaco y árabe). Hoy, también se puede leer al Papa en latín. Solo en español, la cuenta casi alcanza los 19 millones de seguidores.

“La presencia del Papa en Twitter es una expresión concreta de su convicción de que la Iglesia debe estar presente en el mundo digital”, se decía en la nota vaticana, que hacía referencia al mensaje que el Pontífice escribió con ocasión de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (al inaugurar el canal de la Santa Sede en YouTube), donde invitaba a los jóvenes a “introducir en la cultura de este nuevo ambiente comunicativo e informativo los valores sobre los que se apoya vuestra vida”.

Tuits para creyentes y no creyentes

Poco más adelante, se afirmaba que “la presencia del Papa en Twitter puede ser vista como la punta del iceberg, que es la presencia de la Iglesia en el mundo de los nuevos medios (…). Los tuits del Papa estarán disponibles para creyentes y no creyentes, para compartir, discutir y estimular el diálogo”.

Asimismo, “parte del desafío para la Iglesia en el mundo de los nuevos medios de comunicación es establecer una presencia capilar ramificada que pueda competir eficazmente con los debates, discusiones y diálogos que se transmiten por los medios sociales y que requieren réplicas directas, personales y puntuales de un tipo al que no es fácil responder por parte de las instituciones centralizadas”.

“La presencia del Papa en Twitter –seguía la nota– ofrecerá su voz como la voz de la unidad y de guía de la Iglesia, pero constituirá también un llamamiento urgente a todos los creyentes a expresar su voz para involucrar a sus respectivos ‘followers’ y ‘amigos’ y compartir con ellos la esperanza de un Evangelio que nos habla del amor incondicional de Dios por cada hombre y mujer”.

El Papa se unió entonces a la red social tomando el testigo de otros cardenales como Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo para la Cultura; o Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York.

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