El autodenominado Patriarcado Católico Bizantino le declara la guerra al “antipapa” Francisco

Los obispos disidentes del mundo ortodoxo llegan a afirmar que el Papa “promueve la sodomía” y que seguirle es “un suicidio espiritual”

Mucho se ha escrito acerca de la oposición del cardenal Müller al papa Francisco, casi como si el ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe liderase una corriente contra el sucesor de Pedro. Sin embargo, y aún sin ocultar su oposición a distintas ideas del Pontífice, Müller ha expresado en distintas ocasiones su obediencia al “legítimo Papa”. Y esto ha sido algo que, en la oposición fuera de los muros del Vaticano no ha acabado de gustar.



Los últimos criticar esta actitud han sido los obispos del autodenominado Patriarcado Católico Bizantino, quienes han declarado la guerra al “antipapa” Francisco, a quien consideran un hereje. Han manifestado su posición abiertamente en una carta en la que desgranan distintas declaraciones de Müller, dándoles respuesta e instándole a reconsiderar su postura. El motivo de todo ello, en realidad, es ya casi agua pasada: la presencia de las estatuas de la Pachamama en el Vaticano. No en vano, este grupo de clérigos que se consideran “católicos” es el resultado de una escisión de siete obispos de la Iglesia ortodoxa Griego-Católica Ucraniana en 2011.

En una extensa carta, los obispos responden a las declaraciones de Müller sobre que “solo hay un papa legítimo y su nombre es Francisco” acudiendo al libro de los Gálatas y a la bula dogmática Cum ex apostolatus officio: “un hereje que niega las verdades esenciales de las enseñanzas de Cristo y predica un antievangelio es expulsado de la Iglesia”, y, por tanto, “no puede ser su cabeza”. “El hereje Bergoglio”, continúan, “que se ha excluido a sí mismo de la Iglesia, no es de ninguna manera un papa legítimo”.

Predicar herejías

Asimismo, los obispos señalan la posibilidad de que un hereje vuelva a ser digno de perdón, como lo fue Pedro al negar a Cristo, aunque, según ellos, este no es el caso de Francisco: “Hay una diferencia entre un pecador arrepentido que recibe el perdón de Dios y un hereje empedernido al que no le importa el perdón, como es el caso del actual inválido papa Francisco Bergoglio“.

“Todo católico debe obediencia religiosa de voluntad y de inteligencia a la única cabeza visible de la Iglesia…”, ha dicho Müller, a lo que el Patriarcado responde que, si bien “todo católico debe obediencia de voluntad y de inteligencia a Cristo y a su vicario visible que predica las enseñanzas de Cristo y no las herejías”. Por ello, según esta visión, “de ninguna manera un católico puede tener obediencia religiosa de voluntad y de inteligencia a un hereje que ocupa el papado. Tal falsa obediencia, que excluye la obediencia a Cristo y Sus mandamientos, conduce al infierno y es un suicidio espiritual”.

“Bergoglio no da testimonio de Cristo, sino que hace exactamente lo contrario de por lo que los mártires dieron su vida”, concluyen los obispos. “Ellos prefirieron morir antes que arrojar un solo grano de incienso ante los ídolos. Bergoglio, por el contrario, cometió idolatría pública y entronizó al demonio Pachamama en la basílica de San Pedro. Al hacerlo, negó el primer y mayor mandamiento. Además, promueve la sodomía y así suprime la esencia de toda moral. Por todos estos actos suyos se ha excomulgado a sí mismo públicamente de la Iglesia católica y no es ni puede ser un papa legítimo”.

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