La Fundación Fontilles, entidad de referencia en el cuidado de enfermos de lepra, ha presentado su memoria de actividades del año anterior. En 2021, esta institución que desde 1902 trabaja por la salud y el bienestar de colectivos vulnerables, atendió a 268 personas en su sanatorio de la Vall de Laguar, en Valencia. También se han atendido a 117 pacientes en el Hospital Ferrís de media y larga estancia, especializado en la atención, rehabilitación y recuperación en periodos postoperatorios, convalecencia de enfermedades o cuidados paliativos.
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El presidente de la entidad, Juan Lorca, ha declarado que el 2021 “no ha sido un año fácil. Cumplir nuestros objetivos y mantener, al mismo tiempo, la máxima seguridad posible frente a la Covid-19 ha supuesto mucha presión. La colaboración de las personas atendidas, de sus familias y del personal de Fontilles ha sido, un año más, fundamental para lograrlo”. Algo que se ha vivido de forma intensa en el Centro Geriátrico Borja, en el que hay 130 usuarios.
Estos residentes, señalan desde el centro, han disfrutado de dos proyectos pioneros: ‘Música para despertar’, un programa dirigido a pacientes con Alzheimer cuyo objetivo es despertar sus recuerdos y emociones a través de la memoria musical; y la terapia asistida con animales, que utiliza el vínculo persona-animal como parte integral del proceso de tratamiento.
Atención a la lepra
Como centro de referencia en lepra, la fundación ofreció residencia a 10 personas que padecieron la enfermedad en el pasado. Además, recibieron tratamiento ambulatorio 11 personas que siguen teniendo lepra en la actualidad y que son derivadas desde las diferentes comunidades autónomas. Este importante servicio se había tenido que suspender en 2020 debido al coronavirus.
Y es que la pandemia ha mantenido en guardia a los 131 trabajadores y los 202 voluntarios que han acompañado a quienes han llamado a las puertas de la fundación. Para Lorca, el sanatorio ha tenido “un buen balance en relación con la pandemia”, ya que no ha habido “ningún brote durante el primer año, ningún caso grave y ni un solo fallecimiento por COVID-19 avalan este trabajo”. Además, señala el presidente, destaca que a pesar de la dificultad se ha seguido “prestando una atención individualizada centrada en cada persona, mejorando, día a día, nuestros servicios. Tanto las encuestas de satisfacción de nuestros usuarios y sus familias en el Centro Geriátrico Borja y el Hospital Ferrís, como las auditorías de calidad, así lo avalan”.
