Un millón de romeros celebran el Rocío “del reencuentro”

  • Los almonteños, tras dos años de parón, saltaron la reja de la basílica a las 3:13 h. de la madrugada y recuperaron la tradicional procesión por la aldea
  • En torno a las seis de la mañana, la imagen de la Blanca Paloma regresaba al templo por la rotura del paso

La fiesta del Rocío ha vuelto en este 2022 y lo ha hecho por todo lo alto. Se calcula que en estos días, hasta un millón de romeros han pasado por la aldea almonteña. Las celebraciones, más allá de las caravanas, ya comenzaron tras la novena el pasado sábado, 21 de mayo, con la celebración presidida por el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra. A esta siguió la procesión extraordinaria del pasado domingo, 22 de mayo. Finalmente, tras el traslado de la Virgen desde Almonte a la aldea de El Rocío, el pasado 29 de mayo, todo el fin de semana desde el 3 de junio han estado llegando hermandades de todo el mundo después de dos años sin romería.



Ya en el domingo de Pentecostés, el obispo Gómez Sierra presidió la misa en el Real junto a los capellanes de las hermandades. Ya en la medianoche, desde la Plaza de Doñana comenzó el rosario organizado por la hermandad matriz que termina con el canto de la salve antes del ‘salto de la reja’ por parte de los almonteños que llevan a la Virgen durante la procesión principal. El salto, en esta ocasión, se produjo a las 3:13 h. de la madrugada. El último salto, en 2019, fue a las 02:48 horas. Lamentablemente, en torno a las seis de la mañana, la imagen de la Blanca Paloma regresaba al templo por la rotura del paso.

Para la ocasión, informan desde la hermandad, “la Blanca Paloma luce el traje confeccionado por el taller de bordados de la Hermandad Matriz en 2015. Se trata de un terno compuesto por saya, corpiño, mangas, sobre mangas y el traje del Niño. El manto es el conocido como ‘de Pentecostés’, realizado en el taller de bordados de Santa Bárbara, en 2011”.

Una llamada a la comunión

En la misa dominical, el prelado definió la romería como el “El Rocío del reencuentro”, ya que la pandemia sorprendió a la Viren en Almonte y no en su capilla. Gómez Sierra, ante las elecciones andaluzas, recordó que “la Iglesia sabe que la fe ni es, ni puede reducirse a un programa de acción política. Los católicos votamos a diferentes partidos, pero todos debemos tener en cuenta las afinidades o incompatibilidades de nuestros principios morales con los proyectos, programas y actuaciones de cada uno de ellos”.

“Blanca Paloma almonteña, intercede para que pare el horror de la guerra y el sonido de las bombas en tantas partes del mundo, especialmente en la nación ucraniana; para que seamos artesanos de amistad y concordia en todos los ámbitos de nuestra vida”, pidió el obispo. Además, destacó que “este ‘Rocío del reencuentro’ es mucho más que la posibilidad de volvernos a ver en este hermoso lugar. Las personas, a menudo reducidas a individuos desvinculados que compiten o entran en conflicto entre sí, alcanzadas por el Espíritu de Cristo, se abren a la experiencia de la comunión”.

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