Argentina: María de Luján se quedó para siempre con nosotros

En camino hacia los 400 años de presencia de la Virgen en la Argentina, esta celebración tuvo como lema: “Te quedaste con nosotros para siempre”

“La presencia de María de Luján es fuente de vida para nuestro pueblo y para cada una y cada uno de los peregrinos que se acercan a ésta, su casa”. Así se expresaba en la homilía el arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Scheinig, en la misa de la Virgen de Luján.



La celebración fue realizada de vísperas de la fiesta con la concelebración de los obispos de la región pastoral de Buenos Aires.

La presencia de María

Scheinig destacó la presencia de la Patrona de la Argentina en nuestras vidas, y enfatizó: “Que la Virgen se quede entre nosotros para siempre es voluntad de Dios”, tal como expresa Jesús en el Evangelio: “Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien el amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu Madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa”.

Asimismo, señlaó que las palabras de Jesús en la Cruz son de afecto y cariño que experimentamos cada vez que estamos frente a Ella. Sus manos juntas, cerca del corazón, son el signo de que ella está en estado de oración permanente por nosotros.

“Ella consuela, pacifica, renueva. Su mirada y su corazón de Madre nos hacen sentir que la vida es valiosa, que vale la pena seguir luchando y apostando por la propia familia, especialmente los hijos y los ancianos, y también por la familia que somos todos”, aseveró el arzobispo.

También manifestó que Jesús desea darnos la seguridad y la tranquilidad de que somos hijos de Dios y de María para que nadie y nada nos quite su amparo y amor. Ellos, como Padre y Madre, están y estarán siempre con nosotros.

Misión y fraternidad

Destacó la misión misionera de María: “Y desde ese momento, el discípulo la recibió en su casa”. A partir de ese instante, María de Luján, entra en las casas como una más de la familia, una amiga, una vecina. Entra como Madre de esa casa, de esa familia y de nuestra Patria.

María es la “la llave misionera”, “la abre puertas”. Hay que redoblar los esfuerzos en la misión para que el pueblo experimente su cariño, su ternura y su calor. maría es el rostro femenino de Dios, cuya misericordia está asegurada y jamás nos abandonará.

El titular de Mercedes-Luján afirmó que la fraternidad es el desafío de todos los días, estar presentes en todas las situaciones humanas, especialmente en las de mucha fragilidad. “Estamos llamados a acompañar con una palabra de aliento y con nuestras manos solidarias”. Agregó que debemos sentirnos invitados a ser misioneros de la fraternidad.

Vivir esto con sencillez es dilatar el Reino de Dios, hacer realidad su sueño y apostar por la civilización del amor, por la fraternidad universal y la amistad social.

Cambio de manto

Seguidamente, el obispo refirió al cambio de manto de la Señora de Luján, como un hermoso signo de que nuestra Madre, la Iglesia, necesita renovarse siempre. Permanentemente, el papa Francisco de mil maneras nos invita ser una Iglesia en salida, samaritana, misericordiosa, fraterna, cercana y llena de ternura.

“¡Qué hermoso es este día de renovación del manto, y de renovar las fuerzas para la misión y renovar a nuestras Iglesias Particulares y toda la Iglesia!”, expresó Scheinig, y aseguró la disposición de hacer lo que Jesús hizo y mandó a hacer: “Ir hasta los confines para anunciar la Buena Noticia de la salvación”.

 

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