El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, presentó esta mañana a san Isidro como un “santo de la puerta de al lado” capaz de “salir de las fronteras para ser protagonista de lo que significa ser un hombre de comunión, para los demás”.
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Así se expresó en la sala capitular de la catedral de Santa María la Real de la Almudena, en el acto de presentación del Año Santo que arranca este 15 de mayo, con motivo de los 400 años de su canonización. El vicepresidente de la Conferencia Episcopal ejerció de anfitrión en un encuentro con periodistas en el que participaron la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Fraternidad y comunión
En el transcurso del evento, Osoro expuso la universalidad del santo, de Costa Rica a Filipinas, pasando por Venezuela. “Será un jubileo para todos”, explicitó el purpurado, con la mirada puesta en el trabajo conjunto de las administraciones que respaldarán el Año Santo, consciente de que “la fraternidad y la comunión se rompen fácilmente”.
Y es que, durante el acto se firmó el convenio de colaboración entre Iglesia, Ayuntamiento, Comunidad y Delegación del Gobierno y se presentó el logo de este jubileo concedido por el papa Francisco, que simboliza al santo madrileño de rodillas, con sus herramientas de trabajo y la gota de agua, como signo de los milagros del santo. También se dieron a conocer los principales hitos del calendario de este año, como la veneración del cuerpo incorrupto del santo, la puesta en marcha de diferentes rutas del santo o un ‘video mapping’.
Altura de miras
El cardenal hizo un llamamiento a vivir este Año Santo “con altura de miras, como siempre ha hecho Madrid en su historia”. “Esta región es un lugar en el que todos pueden vivir con dignidad y este santo nos demuestra como con su fe y su caridad, se hizo padre, esposo y vecino”, subrayó.
Para Díaz Ayuso, “san Isidro es, por supuesto, Madrid”. La presidenta le presentó como “el patrón de la gente del campo y sus ingenieros”, elogiando cómo agricultores y ganaderos “construyen nuestra economía, nuestra salud y nuestra cultura”. De la misma manera, expuso cómo el jubileo significa “celebración, santo y vida juntos”.
Raíces cristianas
Martínez-Almeida rescató, por su parte, los valores del “humilde labrador que cada día salía de su casa para trabajar y sostener a su familia”. “Madrid entonces y hoy es una ciudad de frontera, que se ha consolidado a lo largo del tiempo como ciudad abierta y de acogida”, planteó el alcalde de la Villa y Corte. A partir de ahí, el primer edil explicó que “la ciudad de Madrid no olvida sus raíces cristianas y no tiene ningún complejo en reconocerlo”.
Mercedes González hizo hincapié en la necesidad de encomendarse al santo “en tiempos tan difíciles como nos encontramos en los que un poderoso golpea a un débil desde el horror de la guerra”. “Necesitamos darnos la paz, como se hace en la eucaristía”, destacó la delegada del Gobierno, que presento a san Isidro como “una buena persona dispuesto siempre a la oración y a la ayuda de aquel que lo necesitara”. González reclamó seguir la estela del santo para construir una ciudad con “tolerancia, respeto y convivencia”.
