José Manuel Caamaño: “En ‘Fratelli Tutti’ el Papa muestra las fracturas de la sociedad y ofrece una voz profética y esperanzadora”

“En ‘Fratelli Tutti, el papa Francisco pone de relieve las fracturas que caracterizan a la sociedad, pero también ofrece una voz profética y esperanzadora”. Así lo afirma José Manuel Caamaño, profesor de Ética y Moral Cristiana de la Universidad Pontificia Comillas, en un vídeo en el que los profesores de la Facultad de Teología (Comillas CIHS) analizan los interrogantes y problemáticas que recoge la encíclica.



“Me parece importante la denuncia que el Papa hace con lo que denomina creación de situaciones de periferias, con la consiguiente creación de forasteros existenciales”, añade Caamaño. Una realidad en la que, con la parábola del Buen Samaritano, lo que Francisco expresa es que “de lo que se trata es de que, en este contexto, nadie quede en el camino”.

“Este documento es una síntesis de su pensamiento social, pero destaca sobre todo la aplicación de lo que ya estaba en la Doctrina Social de la Iglesia y ahora ya no tiene vuelta atrás en el rechazo a la ‘guerra justa’ y a la pena de muerte”, añade Caamaño.

“No somos islas”

Por su parte, Pedro Fernández Castelao, profesor de Antropología Teológica, apunta que, “en una situación marcada por la pandemia, el Papa propone ‘Fratelli Tutti’ para acercarnos al secreto de la verdadera existencia humana, que está en las relaciones de vinculación, de fraternidad, de amor entre las personas sin las cuales no podemos pensarnos”.

“La afirmación fundamental del Papa es que no somos islas”, continúa. “Vivimos en un entramado de relaciones, en una red que sin fraternidad y diálogo no pueden desarrollarse”. Por ello, la encíclica “es el mensaje de esperanza de un líder mundial extraordinariamente lúcido”.

“Traduce a un mensaje social un contenido fundamental de la Teología”, dice Ángel Cordovilla, profesor de Misterio de Dios. “Por un lado, la tradición evangélica en la parábola del Buen Samaritano, en la cual el papa Francisco quiere combatir la enfermedad de la indiferencia; y, por otro, el misterio trinitario, la vida íntima de Dios, que nos ilumina, nos fundamenta e ilustra para pasar de una visión individualista del ser humano a una visión del ser humano como comunión”, explica.

Diálogo interreligioso

Asimismo, Cordovilla subraya que la encíclica se puede resumir en “la invitación del Papa de trascender del otro al nosotros, expresándolo como que la realidad donde el ser humano puede llegar a su plenitud es en la comunión”.

Otro punto fundamental es el valor al diálogo interreligioso que da el texto del Papa. “Como ocurre en ‘Laudato si’, Francisco lo sitúa en el contexto de la globalización”, señala Carmen Márquez Beunza, profesora de Evangelización y Culturas. “En un contexto en de problemáticas que afectan a toda la humanidad y requiere soluciones conjuntas y, sobre todo, de un diálogo profundo entre las religiones”, asevera.

“En ese sentido, detrás de la encíclica está la convicción, muy arraigada, de que las religiones tienen una contribución importante que realizar al futuro de la humanidad”, afirma Márquez. Por otra parte, señala que otro “punto fundamental de la encíclica es el planteamiento de cómo vivir la identidad religiosa en un mundo plural y de diversidad religiosa”. Y es que “el Papa recuerda la importancia de construir ese nosotros común sabiendo, por otra parte, que esto no va en menoscabo de la propia identidad”. 

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