A partir del jueves 29 de octubre y hasta el domingo 1 de noviembre, se llevará a cabo el Simposio Católico Virtual Genio Femenino, que reunirá a 15,000 católicas para reflexionar sobre la mujer a la luz del pensamiento de san Juan Pablo II.
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De acuerdo con la organización Juan Diego Network, los participantes –de todo el mundo, especialmente del continente americano– pueden tener acceso de forma gratuita a las 98 conferencias, diálogos y paneles, con sólo registrarse en este enlace.
Son muchas las actividades que contempla este simposio, desde rezar el Rosario mientras hacen ejercicio con la empresa SoulCore, hasta participar en actividades y juegos en pequeños grupos, conversaciones entre especialistas, diálogos y conferencias, y en la misa de clausura, que será presidida por Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Empoderamiento vs dignidad
En ese contexto, Vida Nueva conversó con dos de las conferencistas: Luz Ivonne Ream, directora y orientadora matrimonial en The Alexander House Apostolate, y con Martha Fernández-Sardina, oradora internacional especializada en la Nueva Evangelización.
Luz Ivonne Ream calificó de esta manera el simposio: “somos muchas mujeres amigas, ayudando a otras mujeres”; pues uno de los objetivos -dijo– es recordarle a la mujer su dignidad que tiene como hija de Dios; “queremos que hasta el cielo esto no pare, e ir mano a mano reconociéndoles mutuamente; y recordarles que somos tan grandes que el mismo Dios quiso nacer de una mujer”.
Tras participar este jueves en el simposio, Luz Ivonne Ream hizo un recuento de sus aportes: “ahí explicamos, junto con otras panelistas, lo que es ser provida, y nuestro rol de por qué vale la pena defender la vida desde su concepción hasta la muerte natural”.
La especialista tendrá otra ponencia el próximo 31 de octubre a las 09:30 horas, y ahí abundará sobre la “Mujer, corazón del matrimonio”, donde se enfocará en una de las problemáticas que enfrentan las mujeres: la sumisión, “y es que nos hemos creído que de verdad nuestra opinión no vale”.
En este sentido, explicó que hay muchas mujeres que aún no se dan cuenta de que “éxito es educar, formar, crear hijos para el cielo”, y se cuestionó: “¿dime cómo pagas eso?; tenemos que vivir en clave de eternidad, ver que lo de aquí es pasajero”.
En su opinión, el reto que tienen las mujeres católicas hoy en día no es dejarse llevar por el mundo, el demonio y la carne, ni por las modas; “tenemos que remar contracorriente, ese es un enorme reto; otro es defender nuestros valores, teniendo todas esas virtudes que vale la pena vivir, defender la fe”.
Luz Ivonne Ream aconsejó a las mujeres que buscan su felicidad en parecerse a alguien más: “ahí está la Virgen María, y tiene atributos muy alcanzables; con esa certeza de que no estoy sola en este mundo, de que soy hija de Dios y que no me va a desamparar”.
Asimismo, consideró que para que las mujeres enfrenten el miedo, es necesario aprender a vivir en obediencia de Dios, “tener esa certeza de que el éxito no es como el mundo nos lo está presentando”.
Plenitud sin caer en el utilitarismo
Por su parte, Martha Fernández-Sardina se refirió al término “genio femenino”, que fue acuñado por el papa San Juan Pablo II y es el tema general del simposio.
Explicó: “se refiere a esas características únicas de la mujer, por diseño de Dios, que le permiten ver con los ojos del corazón, acoger a otra persona dentro de su corazón de la misma manera en que las mujeres podemos acoger una criatura nueva, y a veces más de una a la vez, dentro de nuestro vientre”.
Aseguró que cada mujer, con su “genio femenino”, dentro del seno de la familia, en su vecindad, en su ciudad, en su círculo de influencia, en su lugar de trabajo y de recreo, puede y debe ser un agente de amor.
Al referirse a su ponencia, que tendrá lugar el próximo 31 de octubre, a las 18:00 horas, con el tema “Eres amada”, Fernández-Sardina sostuvo que compartirá algunas ideas, razones y pruebas de que lo más esencial de la identidad, “por encima de todo lo que tenemos o somos, hemos sido o podremos llegar a ser, lo más básico y primordial de ti es que: ¡Eres amada! Igual, esa es la identidad más esencial y básica de cada hombre: ¡Eres amado!”
Por otro lado, advirtió sobre el riesgo de caer en la tentación “que el mundo nos presenta, con mentiras y medio verdades -que son verdades incompletas o verdades acompañadas de mentira- de lo que significa ser mujer y jugar un papel crucial en la historia de la humanidad, y llegar a ser exitosa”.
Por lo anterior, consideró que uno de los grandes retos de la mujer es dejar que sea el mundo el que dicte lo que son y están llamadas a hacer. “Si nos formamos bien y dejamos que el Espíritu Santo nos transforme, podremos formar e informar, transformar y renovar al mundo y a la Iglesia – ¡siendo plenamente mujer y sin caer en las redes del utilitarismo propio y de los demás!”.
