Rafael Cob celebra Domund en ‘salida misionera’ a las comunidades indígenas de la Amazonía ecuatoriana

El sábado 17 de octubre, víspera del Domingo Mundial de las Misiones (Domund), el obispo del vicariato apostólico de Puyo (Ecuador), Rafael Cob García, regresaba de su primera visita pastoral “en tiempos de coronavirus” a las comunidades indígenas de su jurisdicción eclesiástica.



Por la cuenca del río Bogonaza

“Salimos desde el lunes pasado, fueron jornadas muy intensas”, relata el misionero español a Vida Nueva, detallando que “para llegar a algunas comunidades viajamos en canoa hasta tres horas, y así fuimos visitando cada día hasta cuatro zonas en la cuenca del río Bobonaza”.

Dos religiosas hicieron parte del equipo que lo acompañó en los recorridos por varias parroquias de la Amazonía ecuatoriana, en la zona kichwa, donde celebraron primeras comuniones, bautismos, confirmaciones y matrimonios. “Durante toda esta pandemia no habíamos podido acompañar a las comunidades indígenas ni celebrar los sacramentos”, comenta el obispo español.

“Al regresar, en una avioneta muy pequeña, pasamos un poco mal debido al mal tiempo y a las dificultades para aterrizar; pues con lluvia siempre es más riesgoso”, añade Cob, sin dejar de manifestar su alegría por la misión cumplida: “volvimos muy contentos de haber visitado a estas comunidades que son las más lejanas y excluidas por parte de los gobiernos, sobre todo en la dimensión social, y en esta pandemia han estado muy abandonadas”.

Visita pastoral del obispo Rafael Cob a las comunidades indígenas de la Amazonía.

¡Urge la misión en la Amazonía!

Tras el re-encuentro con los pueblos originarios, en vísperas del Domund, el obispo también ha hecho un llamado a no perder de vista la misión en la Amazonía: “hay catequistas que acompañan algunas comunidades, pero no hay presencia permanente de misioneros, misioneras -entre ellas las religiosas-, o de sacerdotes, por ello urge la misión en la Amazonía”. Sin embargo, no dejó de destacar el importante papel de los catequistas, quienes “lideran la formación cristiana de cada comunidad”.

Al recordar la invitación del Sínodo Panamazónico a discernir los nuevos caminos para la misión de la Iglesia en la Amazonía, anima a todos los bautizados a asumir su vocación misionera: “verdaderamente Dios está llamando a cada hombre y a cada mujer a que lleven su mensaje. Ser misionero es compartir la fe en un mundo que se olvida de Dios, que no le conoce o se queda solamente en las cosas materiales… La vida es misión y la misión es vida. La misión continúa, es permanente. Debemos contagiar a los demás del amor de Dios“.

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