El 13 de marzo en Catamarca, Fray Mamerto Esquiú, beato

Finalmente, el próximo 13 de marzo será beatificado Fray Mamerto Esquiú. La Santa Sede comunicó oficialmente que la ceremonia se realizará en la provincia de Catamarca, su tierra natal.

El obispo Luis Urbanc, hizo el anuncio oficial, acompañado por el vicario de la diócesis, Pbro. Julio Murúa; Fray Pablo Reartes, de la comunidad franciscana local, y junto al historiador y difusor de la figura de Fray Mamerto, Mario Vera.

Tras el anuncio de la Secretaría de Estado, el diocesano manifestó: “Esta es una hermosa noticia, que venimos esperando desde hace tiempo y nos va a ayudar a vivir todo este tiempo de pandemia con más esperanza, más alegría; con un ideal; con un propósito”.

Etapa de preparación

Urbanc aclaró que si bien Fray Mamerto fue obispo de Córdoba, nació y murió en Catamarca. El actual arzobispo cordobés, Carlos Ñañez, cedió los derechos a la diócesis catamarqueña, por lo que será esta diócesis la responsable de asumir la ceremonia de beatificación.

Desde el mes de julio, está trabajando una Comisión Diocesana para la organización de la ceremonia de beatificación. Está formada por: el Pbro. Julio Alejandro Murúa (presidente), el R.P. Dante Simón SDB, de la Arquidiócesis de Córdoba; el Pbro. Carlos Gabriel Robledo, Párroco de San José (Piedra Blanca); el Pbro. Domingo Martín Chaves, Párroco de San Recreo (Recreo); Fr. Eduardo Pablo Reartes OFM y el Prof. Mario Daniel Vera.

El Obispo indicó que esta comisión será la única encargada de la preparación para la celebración y trabajará, en forma coordinada, con la Comisión de la orden franciscana.

El Padre Julio Murúa leyó parte del decreto de designación y recordó a Fray Mario Fuenzalida, fallecido recientemente, quien “ha bregado mucho por esta Causa”, siendo un gran impulsor de la misma durante muchos años.

Ciudadano y patriota

Fray Pablo Reartes transmitió la alegría de todos los frailes franciscanos de la Argentina, porque se ha hecho realidad una causa de beatificación que llevó 94 años, y de la gente que lo transmite en la calle”. Expresó también que “nuestro querido Fray Mamerto Esquiú, quien tiene un mensaje muy lindo para estos tiempos, para los jóvenes, para las familias, para el cuidado de la Casa Común, para la constitución de las leyes justas, y todo aquello que tenga que ver con la paz social en este momento tan difícil”.

Convocó a preparar el corazón en este tiempo que nos queda; “difundamos las virtudes heroicas de Fray Mamerto, como fraile, como ciudadano y como patriota”.

El historiador Mario Vera, por su parte, recordó “a aquellos hombres y mujeres que… han trabajado por difundir la vida, la obra, el pensamiento y la imagen de nuestro ilustre fraile catamarqueño, y murieron sin tener la dicha que seguramente vamos a tener nosotros, el 13 de marzo, de participar de la ceremonia de beatificación”.

Invitó a prepararse material y espiritualmente para la celebración; a leer a Fray Mamerto Esquiú; a conocer su vida, y si es posible a imitarlo. Las palabras, el ejemplo y las virtudes de Esquiú tienen todo lo necesario para que seamos buenos cristianos, buenos ciudadanos; y, sin duda, esa fogosa palabra de Esquiú puede encender el más puro amor a la Patria. Porque Fray Mamerto Esquiú fue un hombre muy importante del siglo XIX, pero es una figura imprescindible para los argentinos del siglo XXI”.

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