Conocido en la prensa palentina como el “cura okupa”, el sacerdote José Pérez Vergara ha sido condenado a un año y seis meses de prisión por la Audiencia Provincial de Palencia por estafa. Sentencia que le llega tras considerar el tribunal que ha engañado durante cinco meses a una propietaria en cuyo piso se instaló y por el que no ha pagado absolutamente nada, ni por el alquiler ni por la asunción de facturas básicas como la luz o el agua.
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Previamente, como mínimo, Vergara sufrió dos desahucios por seguir esta misa estrategia en sendas viviendas de la capital palentina, dejando a deber elevadas sumas de dinero. En todos los casos, se presentaba como un consagrado en ejercicio para ganarse la confianza de los caseros.
Agujero de casi 20.000 euros
Pero la realidad es que, desde 2011, está suspendido en el ejercicio de su función sacerdotal por Vicente Jiménez, el entonces obispo de Santander, diócesis de la que es originario y en la que fuera párroco en Ruente, entre otros municipios. Por cuestiones ligadas a una dudosa administración económica (habría dejado un agujero de cerca de 20.000 euros tras las presuntas obras de acondicionamiento del tejado del templo), recibió tal castigo de la autoridad eclesial competente, lo que le llevó a trasladarse entonces a Palencia.
Según varios testimonios recabados por la prensa local, en esta década, Vergara habría residido en varios pisos y jamás habría pagado un solo euro.
