María-Paz López es una curtida periodista que lleva dos décadas escribiendo sobre temas religiosos en el diario ‘La Vanguardia’. En sus comienzos, era habitual que se desplazase desde Barcelona a Madrid para cubrir la información sobre las asambleas plenarias de la Conferencia Episcopal Española. En 2003 fue enviada como corresponsal a Italia y al Vaticano y, desde 2014, ejerce esa función en Alemania y Centroeuropa. En marzo de 2012 participó en la fundación de la Asociación Internacional de Periodistas de Religión (IARJ, por sus siglas en inglés), de la que fue su presidenta hasta febrero de 2016. Desde entonces es vocal en la Junta Directiva para Europa, y coordinadora del nuevo premio de periodismo religioso Piazza Grande Religion Journalism Award.
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
- PROMOCIÓN: Suscríbete a Vida Nueva hoy
PREGUNTA.- ¿Cómo se llevan el periodismo y la religión en Europa?
RESPUESTA.- Cada país tiene sus propias dinámicas, por supuesto, pero en general la crisis de los refugiados de 2015 en Hungría, Austria y Alemania, la tarea solidaria de ciudadanía e iglesias hacia estas personas, y las tensiones políticas sobre la cuestión migratoria en el seno de la Unión Europea, junto al énfasis del papa Francisco en migración, pobreza y protección del medio ambiente, han hecho que muchos medios europeos tomen conciencia de la necesidad de tener periodistas especializados en religión. En junio, la IARJ organizó en Varsovia un encuentro sobre periodismo y religión en Europa central y del este, en el que abordamos esta cuestión. con reporteros de la región, en el que esos temas estuvieron muy presentes.
P.- Acotemos el análisis: ¿y cómo se llevan en un país como España, donde la religión ha tenido tanto peso político?
R.- Al estar en Alemania, tengo una visión de lo que ocurre en España forzosamente limitada. Mi impresión es que continúan las trincheras: hay políticos y medios que utilizan para sus fines la defensa a ultranza del catolicismo y prejuicios negativos sobre el islam; y políticos y medios que solo se muestran críticos con la Iglesia católica y no aplican el mismo rasero crítico al mundo musulmán.
El Papa, un altavoz global
P.- ¿Qué ha supuesto el papa Francisco para la información religiosa?
R.- Más repercusión mundial para el hecho religioso. Si bien la dimensión internacional del papado en los tiempos modernos comenzó con los grandes viajes de Juan Pablo II, que Benedicto XVI continuó, el Papa argentino le ha aportado su propio origen al no ser europeo, y el acento en la atención a las periferias.
Francisco es el único líder global que defiende siempre a migrantes, refugiados y pobres; se ha convertido en su mayor altavoz. Eso hace que la prensa de países con menor tradición católica o cristiana cubra más las actividades del Papa, aunque también es verdad que una parte de esa atención se debe a las revelaciones sobre abusos sexuales a menores en la Iglesia católica.
P.- ¿Cómo calificaría la salud de la información religiosa en los medios generalistas en España?
R.- Creo que la prensa española participa del creciente interés por los asuntos de actualidad en que la religión es protagonista o es un ingrediente relevante. El problema es la precariedad laboral y la reducción de las plantillas, que hacen que cada vez menos medios generalistas tengan un periodista dedicado exclusivamente a cubrir religión. Hace diez o quince años ya era normal que quien se encargaba de información de religión cubriera, a la vez, otra área, que solía ser asuntos sociales o educación, pero ahora esto es muchísimo más acusado.
P.-¿Se ha prestigiado la información periodística en la prensa generalista o sigue siendo el patito feo?
R.- Se ha prestigiado, si se entiende por prestigio el hecho de que más medios de comunicación generalistas van comprendiendo que la religión forma parte de la realidad, y que debe ser tenida en cuenta periodísticamente como cualquier otra área. Otra cosa es que, en el actual contexto de recortes de gasto en los medios, eso se traduzca en un esfuerzo sostenido, más allá de urgencias informativas.
No confundir información con catequesis
P.- Y el periodismo que se hace desde los medios confesionales, ¿ha sido capaz de vencer la tentación de confundir información con catequesis?
R.- Hay de todo. Confundir información con catequesis es un clásico español, que se da también en algunos medios confesionales ortodoxos y evangélicos en países del este de Europa. Pero da la impresión de que en España esto ocurre cada vez menos, entre otras cosas porque hacer un periodismo que agarre al lector, oyente o telespectador, empleando tono y contenido catequéticos resulta forzado en los tiempos modernos. En Francia, La Croix es un caso paradigmático de prensa confesional católica atinada. En los países escandinavos hay prensa confesional protestante con voluntad de ser generalista.
P.- Y en medio de este contexto, la IARJ propone un premio periodístico. ¿Qué pretende con ese galardón?
R.- Es un premio conjunto de la IARJ y del instituto italiano de investigación Fondazione per le Scienze Religiose Giovanni XXIII (FSCIRE), que lo financia íntegramente, y se entrega en el marco de la European Academy of Religion (EuARe) . El premio está dirigido a periodistas que publican en Europa y en países ribereños del Mediterráneo, en medios tanto generalistas como confesionales, y en cualquier idioma oficial, si bien hay que adjuntar traducción al inglés o al francés.
El objetivo es fomentar buenas prácticas en periodismo de religión, con estándares periodísticos de rigor, equilibrio, variedad de fuentes informativas, y labor de contexto, a nivel internacional, nacional, regional o local. Un jurado internacional de periodistas seleccionará al ganador. En este enlace pueden presentarse candidaturas hasta el 28 de febrero.
