Los diez titulares de la entrevista de Jordi Évole al Papa

  • Jorge Mario Bergoglio reflexionó para el programa ‘Salvados’ de La Sexta de asuntos como la valla de Melilla, el papel de la mujer, el aborto o la homosexualidad
  • Vida Nueva repasa las principales reflexiones realizadas por Francisco

El Papa Francisco, con Jordi Évole

Jorge Mario Bergoglio, en estado puro. Sin filtros. Así se mostró el papa Francisco en la entrevista concedida al periodista Jordi Évole para el programa ‘Salvados’ de La Sexta. Durante la conversación ambos han abordado cuestiones de lo más dispares, desde las concertinas de la frontera con Marruecos hasta la lacra de los abusos sexuales.

La primera audiencia de Francisco tras ser elegido sucesor de Pedro y la fumata blanca del cónclave de 2013, con evocaciones evidentes al ‘Poverello’ en blanco y negro al estilo del documental de Wim Wenders, fue el punto de partida para un diálogo entre ambos grabado el pasado 22 de marzo.

1.“Las concertinas de Melilla es lo más inhumano que hay”

“Cuando veo las muertes en el Mediterráneo, se me pasa por el corazón mucho dolor. No entiendo la insensibilidad. No entiendo la injusticia que hace que alguien tenga que emigrar y la injusticia de quien le cierra la puerta”, se sinceró el Papa, que recordó los cuatro pasos marcados por él para la atención al migrante: acoger, proteger, promover, integrar.  “Recibir es un paso incompleto porque dejas al migrante en la calle, y sigue explotado”, denunció.

“La madre Europa se volvió demasiado abuela”, comentó el Papa, que señaló que “el principal problema de Europa es que se olvidó de que sus hijos después de la guerra fueron a golpear la puerta de América del Norte y de América del Sur”.

Preguntado por el barco varado de Open Arms en el puerto de Barcelona, señaló que “no está parado por las autoridades de Barcelona, sino por el Gobierno”, aclaró Francisco. “Es una injusticia muy grande. Para que se hace, ¿para que se ahoguen los inmigrantes? Vienen por una desesperación y por una ilusión, porque no miden la desesperación y nosotros no miramos las consecuencias”, desarrolló.

Uno de los momentos más impactantes del encuentro tuvo lugar cuando Jordi Évole entregó al Papa unas concertinas de la valla de Melilla que separan Marruecos de España, que generan heridas a los migrantes que intentan saltarla. ¿La reacción de Francisco? “Si mi mamá, mi hijo o mi hermana se arriesga y le pasa eso, lo viviría con mucho dolor. Y cada uno que lo sufre es mi hermano, mi madre… Nos hemos acostumbrado a esto. El mundo se olvidó de llorar”, le dijo con mirada desafiante. “Esto es lo más inhumano que hay y demuestra hasta dónde puede descender la humanidad de una persona”, exhortó Francisco con la cuchilla entre sus manos.

En relación a esto, a la pregunta de qué les diría a los católicos que rechazan a los migrantes, el Papa fue breve y contundente: “Si son católicos, que lean el Evangelio, que sean coherentes”.

2. “Entiendo la decepción de las víctimas de abusos”

“Entiendo la decepción de las víctimas de abusos sexuales, porque uno a veces busca resultados, hechos concretos en el momento. Si hubiera ahorcado a cien curas abusadores en la Plaza de San Pedro habría ocupados espacios. Mi interés no es ocupar espacios, sino iniciar procesos y eso lleva su tiempo”. Con estas palabras, el Papa valoró la reacción de los supervivientes de la pederastia clerical tras la cumbre vaticana del pasado febrero.

Con esto, hizo un nuevo llamamiento a denunciar ante las autoridades civiles e hizo hincapié en el giro en la Iglesia en esta materia: “Hasta que explotó el asunto de Boston, la hermenéutica y la interpretación era cubrir, tapar y evitar males futuros. Pero la estadística, de 70 años para acá, disminuyen notablemente las cosas. Eso quiere decir que se ha tomado una conciencia y un proceder distinto”.

3. “Me equivoqué al decir que el feminismo es un machismo con faldas”

“¿La mujer está bien representada en la Iglesia?”, preguntó el periodista catalán. “No”, aseveró el Papa. “La Iglesia no puede ser Iglesia sin la mujer, porque la Iglesia es femenina”, dijo Bergoglio, que apreció que “más que funciones en la Iglesia, que las tienen que tener, hay que promover el estilo femenino de la Iglesia”.

Al hacer referencia al papel que las religiosas tuvieron en la consagración del altar de la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, durante la visita de Benedicto XVI, confesó que fue una imagen “muy triste”: “Todos estamos llamados al servicio, pero parece que la mujer está destinada a la servidumbre, no al servicio”.

También reconoció que se equivocó con su expresión reciente sobre el feminismo entendido como un machismo con faldas y precisó: “Todo feminismo corre el riesgo de convertirse en un machismo con faldas”.

Posteriormente, se adentró en la lacra de la trata para denunciar que las mujeres migrantes que son víctimas las considera como “esclavas”. “Una cosa es la mujer que hace una opción libre por la prostitución y otras cosas son las chicas esclavas, que son un terror”, diferenció.

4. “Nunca se debe echar de casa a un homosexual”

“Las tendencias no son pecados”, aclaró el Papa en cuanto Évole abordó la mirada de la Iglesia hacia la homosexualidad. El Papa precisó que cuando sugirió que fueran al psiquiatra se refería a que los padres tienen derecho a acudir a un profesional si el hijo es pequeño para que se le haga un diagnóstico y ha recalcado que no se puede expulsar a ese hijo de la familia por su tendencia homosexual.

Nunca se debe echar del hogar a nadie por su tendencia homosexual. Otra cosa es cuando una persona muestra síntomas. Invito a ir a un psicólogo para que valore”, comentó. Mano a mano con Évole, intentaron aclarar el uso del término “raro” por parte del Papa para referirse a esos síntomas detectados por los padres al ver determinados comportamientos o actitudes de sus hijos. “Una vez que la actitud homosexual está fijada, ese hombre tiene que ser acogido en familia”.

5. Sobre el aborto: “¿Es lícito alquilar a un sicario para eliminar una vida humana?”

En relación a la defensa de la vida humana desde su concepción, el Papa se mostró inamovible, aun cuando Jordi Évole le presentó algún caso extremo de mujer explotada sexualmente. “La entendería a ella en su desesperación, pero ¿es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es lícito alquilar a un sicario para que lo elimine? La respuesta es tuya no es mía”, le interpeló al periodista.

Y añadió: “Tampoco la puedes dejar a la calle y gracias a Dios en los últimos años se ha tomado conciencia de los casos de chicas solas que son madres y se ha hecho un trabajo de dignificación”. “No discuto la ley civil de cada país. Antes de la ley civil y religiosa es lo humano: ¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema?”, incidió el Papa una vez más.

6. “Mi trabajo es ir limpiando la Iglesia creando nuevas estructuras”

El Papa explicó en La Sexta que “mi trabajo es ir limpiando” la Iglesia, consciente de que “hay problemas en el Vaticano”. “Intento que la limpieza se haga sola creando una estructura que no haya lugar para la suciedad”, detalló sobre su plan de reforma, a la vez que reconoció el trabajo de sus predecesores.

Sobre la posibilidad de que haya dado marcha atrás con su ímpetu reformador inicial, Francisco comentó que “no voy con el freno, aunque tampoco iba muy corriendo al principio. En aquel momento también estaba la percepción de ilusión y novedad por parte de la gente”. A renglón seguido negó presentarse como el salvador de la Iglesia: “El Redentor es uno y murió crucificado”. En este sentido, quiso desmarcarse de la etiqueta de “famoso”.  “La fama dura un minuto: ¿Qué añade la fama a mi verdad? Nada”.

7. “El culto y la labor social de la Iglesia debe tener exenciones de impuestos”

Cuando se puso sobre la mesa si la Iglesia ha de pagar impuestos por sus inmuebles, Francisco hiló fino. Arrancó señalando que “los hombres de Iglesia son ciudadanos y tienen que cumplir con todos los derechos de ciudadanos”. Eso sí, aclaró que “hay cosas dedicadas al culto y al bien social, como una oficina de Cáritas, en las que tiene que haber una exención”, como ocurre con otras entidades.

8. Recado a Trump: “Quien levanta un muro, acaba prisionero de ese muro”

Preguntado en un primer momento por el empeño de Donald Trump en construir un muro en la frontera con México, Francisco, no se refirió a él de forma expresa. “Quien levanta un muro, acaba prisionero del muro que levantó. Es una ley universal”, señaló, a la vez que aportó su visión: “La alternativa son los puentes, levantar puentes”.

Minutos después, Évole insistió al Papa sobre el presidente de Estados Unidos y su semblante serio durante la audiencia tras su elección: “Fue una visita corta y protocolar”, apuntó, si bien no pudo contener la ironía: “¡Qué raro! Porque se me suele ver reír. Tendría mal día…”.

9. “Quien vende armas, no tiene derecho a hablar de paz”

“No tienen derecho a hablar de la paz. Están fomentando la guerra en otro país y luego quieren la guerra en el propio. La teoría del búmeran, querido”. Con esta soltura, respondió a la pregunta sobre la venta de armas por parte del Gobierno español a Arabia Saudí.

10. “La mediación con Venezuela fracasó”

Aunque no entró en detalles sobre la actual coyuntura sociopolítica de Venezuela, el Papa reconoció que, si bien “la Santa Sede medió”, finalmente “la cosa fracasó”. Demostró estar al corriente del proceso, en tanto que confesó haber hablado del asunto con el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero. “Después hubo conatos de la Santa Sede para mediaciones discretas, extraoficiales y puentes que han ayudado un poquitito”, aportó Francisco a Évole.

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