L’Osservatore Romano subraya el sentido penitencial del Yom Kippur

  • El rabino argentino Abraham Skorka, amigo personal del papa Francisco, resalta el vínculo con los años jubilares con la espiritualidad de la fiesta judía de la expiación
  • “Es Dios quien va en busca del hebreo, pero, como en todas las relaciones afectivas, quien es buscado debe dejarse encontrar”, señala el clérigo judío

El rabino argentino Abraham Skorka, amigo personal de Bergoglio, ha recordado en el periódico de la Santa Sede, L’Osservatore Romano, la celebración judía del Yom Kippur, jornada del perdón que se ha celebrado este año desde la tarde del 18 a la mañana del 19 de septiembre.

Skorka recuerda el lugar más sagrado del histórico Templo de Jerusalén, el “Santo de los Santos” donde se custodiaba el Arca de la Alianza con las tablas de la ley. Precisamente esta jornada de expiación nació tras el enfado de Mosiés durante el episodio del becerro de oro.

“Es el día de santidad que Dios concede al hombre”

El rabino recuerda también cómo en esta jornada era el “único día del año en que el Sumo Sacerdote podía entrar para ofrecer el incienso como parte del ritual de la expiación”. Una jornada penitencial que está relacionada, recuerda citando al rabino Ibn Ezra, con el descanso: “la prohibición de llevar a cabo cualquier tipo de trabajo en ese día”. El mismo precepto de los años jubilares, es un “día de reposo para Dios” en recuerdo del séptimo día.

“Es el día de santidad que Dios concede al hombre”, sentencia el rabino. Es la oportunidad para que el mundo sea “testigo de la presencia de Dios en la realidad humana”. El sentido penitencial ayuda a crear “un espacio especial para sentir su presencia en modo superlativo”. “En Yom Kippur es Dios quien va en busca del hebreo, pero, como en todas las relaciones afectivas, quien es buscado debe dejarse encontrar”, concluye.

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