Delegado del Papa entrevistará a denunciante de Karadima y Barros

Aunque primero se programó vía Skype, ahora ha sido confirmada que tendrá lugar en Nueva York. La difusión de una carta entregada al Papa en 2015 podría estar precipitando los hechos.

Charles Scicluna, arzobispo de Malta y enviado por el Papa Francisco para escuchar a las víctimas del sacerdote Fernando Karadima, condenado a vivir recluido, viajará a Nueva York para entrevistar en persona al denunciante Juan Carlos Cruz. El Nuncio en Chile, Ivo Scapolo, contactó a Cruz para concertar esta entrevista en Santiago para los días 20 o 21 de febrero. “Me llamaron y me dijeron que testificara, informó Cruz. Les dije que no iba a ir a Chile porque no puedo y me indicaron que podía hacerlo por Skype desde una parroquia en Filadelfia”. Pero esto ahora ha cambiado.

Hace unos días la agencia de noticias AP divulgó una larga carta con información detallada sobre la denuncia de Juan Carlos Cruz, la que fue entregada al Papa en 2015. Esto ratifica que Francisco debe tener conocimiento de estos hechos. La misma agencia AP señala ahora que “el cambio ocurrió luego de que AP informara que el Papa Francisco recibió en 2015 una carta de Cruz, en la que detallaba los abusos cometidos por Karadima y que Barros estaba al tanto de éstos”.

Carta al Papa

La carta de Cruz, divulgada recién, tuvo su origen en marzo de 2015 cuando Cruz conoció a Marie Collins, en esa época integrante de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores del Vaticano. El denunciante de Karadima le entregó a ella el documento porque “se ofreció para entregar esta carta al cardenal Sean O’Malley, que a su vez se la pasó en sus manos al Papa, lo que fue confirmado a Marie y, posteriormente, a mí en un llamado (telefónico)”, recordó Cruz. “Cuando le dimos (a O’Malley) la carta para el Papa, nos aseguró que se la daría al papa y hablaría de las preocupaciones”, dijo a AP la entonces miembro de la comisión Marie Collins. “Y en una fecha posterior, nos aseguró que eso se había hecho”, concluyó.

Esta intervención de O’Malley podría explicar su inmediata reacción pública ante las sorprendentes expresiones usadas por Francisco el último día de su visita a Chile: “El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra. Todo es calumnia, ¿está claro?”, dijo a los periodistas. En un comunicado, al día siguiente, O’Malley dijo que “es entendible que las declaraciones del papa Francisco” en Chile “fueran una fuente de gran dolor para los sobrevivientes de abuso sexual por parte del clero o cualquier otro autor”.

Según explicó Cruz, la mencionada carta fue enviada por este camino después de diversos intentos que realizó ante el nuncio, Ivo Scapolo. En la carta, difundida íntegramente por el diario La Tercera, en Santiago, y otros en varias ciudades de Europa y América, Cruz relata los abusos de Karadima y el rol que jugó el actual obispo Juan Barros. También adjuntó el documento que hizo llegar a Scapolo en febrero de ese año. En la misiva señaló que “quiero que esta sea una denuncia o testimonio formal”.

Enviado papal en Santiago

Cruz se ha mostrado optimista con la gestión de Scicluna y espera buenos resultados, “tengo esperanza, dijo, siempre que nos han llamado para testificar, hemos estado dispuestos”. Y agregó: “creo que el Papa está contra la espada y la pared, porque los medios han puesto una luz sobre este caso y han comenzado a salir las intrigas y mentiras que han cometido”. Y en relación al obispo Barros, concluyó: “Es impresentable esta especie de amnesia colectiva para mantener su status de obispo. Se puede ser obispo sin tener una diócesis. Yo no digo que lo metan a la cárcel, pero que deje de encubrir a un hombre que está castigado y están comprobados todos sus delitos”.

Informaciones no confirmadas hablan de que Scicluna estará en Santiago hacia finales de febrero para realizar la tarea encomendada por el Papa Francisco. En el ambiente eclesiástico se espera que se entreviste con el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, presidente del Consejo nacional para la prevención de abusos; con el obispo emérito Juan Luis Ysern, que ha tenido un rol activo en este proceso; con los obispos Horacio Valenzuela, de Talca, y Tomislav Koljatic, de Linares, discípulos de Karadima en la misma época de Juan Barros.

La decisión pontificia de pedir al arzobispo Scicluna esta gestión ocurrió dos semanas después del viaje que el Papa realizó a Chile y Perú. En Santiago, en La Moneda, sede del gobierno, Francisco expresó su dolor y vergüenza al pedir perdón a las víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia. Sin embargo, la presencia de Juan Barros en las actividades oficiales llamó la atención de los periodistas y marcó la visita papal. Además, Francisco defendió al obispo Barros al decir que no hay pruebas para esta denuncia, tras lo cual la misma agencia AP informó que el Papa Francisco recibió en 2015 una carta de una víctima del sacerdote Fernando Karadima donde se describía con detalle los abusos sexuales que sufrió y cómo las autoridades eclesiásticas chilenas intentaron ocultarlo, contradiciendo las insistencias del Papa sobre que ninguna víctima había informado lo ocurrido.

La agencia señala ahora que la difusión íntegra del texto de esta carta ha empujado al arzobispo Scicluna a viajar hasta Nueva York para escuchar y dialogar con Juan Carlos Cruz, el más público e insistente denunciante de Karadima y Barros.

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