Un llamado por la vida

Reacción eclesial a la intensificación de la violencia en Altos de Cazucá (Soacha)

Se agudiza la violencia en Altos de Cazucá. Panfletos anunciando “limpieza” a partir de las 9 pm fueron puestos a circular recientemente en esta población fronteriza entre Bogotá y Soacha. Las hojas están firmadas por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y traen amenazas como las siguientes: “no nos hacemos responsables si en el fuego cruzado caen niños, madres, padres, esposos, esposas”, “si las autoridades locales no van a donde están los ladrones rateros marihuaneros nosotros iremos por ellos La limpieza acaba de comenzar, muerte para todos”.

El control violento de la zona está asociado al negocio de la droga y al de la apropiación y venta de terrenos. En el sector de Caracolí, por ejemplo, grupos paramilitares revenden lotes, después de desplazar a sus habitantes. Sin embargo, también los pistoleros a sueldo enviados a matar están siendo asesinados. Los responsables de los crímenes se camuflan entre la ciudadanía.

Las restricciones a la movilidad imponen un cerco a la mayoría de la gente, que para trabajar tiene que dirigirse desde temprano, bien sea a otras partes de Bogotá o de Soacha, y regresar cuando ya ha oscurecido. Por tal razón, cunde el miedo en medio del silencio.

En el centro, el obispo de Soacha, monseñor Falla

Semanas atrás José Daniel Falla, nuevo obispo de Soacha, presidio una movilización para hacer un llamado en favor del respeto a la vida. El evento, organizado por la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la Conferencia de Religiosos, contó con participación nutrida de clero, vida consagrada y laicado, tanto de la región, como de otros lugares. Durante la actividad, que coincidió con el día de la afrocolombianidad, se rindió homenaje a jóvenes del sector asesinados en los últimos meses, como Brayan Huertas y Juan Camilo Mina. “La vida es sagrada, nos duele cuando se atenta contra ella”, señaló el prelado durante su llamado a la construcción de paz en el sector.

No faltaron las miradas intimidantes durante la procesión, la eucaristía y los actos culturales llevados a cabo. Si bien ese día la comunidad se tomó varias calles de barrios como Oasís, con el paso del tiempo, nuevamente, los violentos han hecho saber que pretenden hacerse con el dominio de la zona y de otros sectores de la región como Altos de la Florida.

Fotos: Yohanna Peñaranda y CRC

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