La Justicia respalda al arzobispo de Zaragoza: nunca hubo espionaje 

La Audiencia Provincial anula la instrucción que acusaba a Vicente Jiménez y sus colaboradores de descubrimiento y revelación de secretos

El arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha declarado nula la instrucción realizada a raíz de la denuncia interpuesta por la ex notaria María del Carmen Amador Gil y el ex juez Roberto-Ignacio Ferrer Sarroca por intervenir ordenador de su puesto de trabajo en 2014. De esta manera queda anulada esta causa abierta por la cual se acusó al arzobispo Vicente Jiménez de supuestos delitos de descubrimiento y revelación de secretos. Así lo recoge un comunicado hecho público hoy por la archidiócesis aragonesa. 

La Justicia respalda así a Vicente Jiménez, a través de un auto dictado por unanimidad el pasado 2 de mayo y contra el que no cabe recurso alguno. La sentencia, según recoge el comunicado, recoge la tesis mantenida acerca de la plena legalidad y absoluta legitimidad sobre la intervención del ordenador.

De esta manera, y según fuentes diocesanas, “significa que las tres personas investigadas —arzobispo, ecónomo diocesano y perito informático— nunca debieron declarar en condición de investigados (antes imputados)”.

Actuación legítima

Así, la Audiencia considera en su escrito que la actuación del Arzobispado “fue legítima, fue justificada, proporcional e idónea para la finalidad pretendida porque era el único medio para confirmar las vehementes sospechas que recaían sobre doña Carmen Amador Gil, como la persona que emitía esos mensajes difamatorios y esas filtraciones sobre procedimientos canónicos”.

“No he usado información de ningún empleado”, declaró el arzobispo ante el juez el pasado 3 de marzo, mientras que el perito informático aseguró que clonó el disco duro para efectuar una “búsqueda ciega” de datos, proceso del que también se levantó acta notarial para garantizar la “cadena de custodia”.

Por este motivo, desde el Arzobispado se lamenta de quienes calificaron entonces la actuación de Vicente Jiménez y sus colaboradores como “espionaje”, a la vez que se insta a “respetar escrupulosamente la prensunción de inocencia”.  “La verdad padece pero no perece”, concluye el comunicado emitido hoy por la archidiócesis aragonesa.

 

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