Douglas Roper: encarnar el Reino como mejor modo de anunciarlo

El nuevo superior de los marianistas de Perú basará su gobierno en su experiencia con los campesinos en Otuzco

un proyecto para el desarrollo rural en Perú, sostenido por los marianistas

En la sierra La Libertad, los marianistas tienen varios proyectos para el desarrollo rural: un departamento de formación pastoral, una radio y un centro social

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Douglas Roper se ha acostumbrado a dejarse sorprender por el viento libre del Espíritu. Estadounidense originario de Los Ángeles, donde hace 49 años se consagró como religioso marianista y donde se dedicaba a impartir clases de Literatura, en 1978 llegó a Perú. Iba para tres años, en lo que catalogaba como “una aventura”… Pero, en cuanto bajó del avión, supo que sería mucho más que eso: “Algo dentro de mí me dijo en ese instante que este era mi sitio, mi gente. Este pueblo tiene un buen fondo, aún no está dominado por la indiferencia hacia la religión que hay en el Primer Mundo. Por ello, no quiero regresar, sino quedarme ya siempre aquí”.

Douglas Roper, superior de los marianistas en Perú

Douglas Roper

La última sorpresa la vivió hace pocos meses, cuando fue elegido como superior de los marianistas de Perú. (…)

¿Qué es lo que le ha cambiado? Su última etapa, desde 2008 hasta ahora, en la sierra La Libertad, en Otuzco, al norte del país. Allí ha dirigido el Centro de Formación de Pastoral Rural María Madre del Buen Consejo, fundado diez años atrás como obra marianista. Al Centro se suman una emisora de radio, Chamiradio, y la Asociación Marianista Acción Social (AMAS). Dejar esto atrás y volver a la capital peruana le va a costar mucho: “Aquí soy feliz, he vivido con mucha paz y junto a una comunidad que te llega… Los protagonistas son ellos, los laicos, que son los que llevan el peso de las tres iniciativas. Somos una familia. De hecho, tenemos la costumbre de que el equipo director está conformado por un matrimonio local”.

(…) También hubo de romper estilos y modos muy asentados: “Cuando llegué a Otuzco, en 2008, se desarrollaba una evangelización clásica, centrada en la Biblia y en los sacramentos… Entendí que era un enfoque limitado y, aunque desde fuera no todos lo comprendan, aposté por poner el centro en la promoción del bien común”. Es decir, en encarnar el Reino como mejor modo de anunciarlo.

Publicado en el número 3.010 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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